jueves, febrero 13, 2020

SORAYA Y SU NUEVO HOGAR Capitulo 8



                                          SORAYA Y SU NUEVO HOGAR   Capitulo  8
                                                       
                                                              REFLEXION


       Frustrada se apoyó en la pared del servicio, posando el hombro pues en un primer intento había apoyado su trasero, dando un respingo de dolor al sentir la presión en su inflamado y dolorido trasero.  Al menos había recuperado su teléfono móvil, que se lo habían quitado tras su huida a visitar su amiga Sonia.  Luego lo activo esperando tener mensajes de ella, pero no tenía ninguno recibido, decidiendo contarle que ya había abandonado la casa.
(Soraya)   -.  (Buenos días Sonia, ya estoy en el trabajo)
(Soraya)   -.  (Esta mañana me ha dado Mamá una azotaina con la mano y el dichoso cepillo)
(Soraya)   -.  (Me han vaciado mi maleta y no me voy a poder cambiar de bragas…Grrr. No veas como me molestan)
(Soraya)    -.  (A ver si podemos vernos esta tarde y hablar. Dime algo)
      Se inclinó con dificultades para recoger su maleta del suelo que había quedado incrustada en la puerta, viendo que había hecho una grieta en la madera de la puerta.  Así que salió rápidamente del servicio no fueran a verla a ella dentro y hacérsela pagar, pues solo le faltaría eso tal y como había comenzado el día.  Se dirigió hacia el vestuario de chicas, teniendo la intención de poder quitarse los pantalones al menos y ponerse su bata blanca de laboratorio, pero al abrir su taquilla recordó que no la había llevado el viernes dejándola en casa, para no tenerla que llevarla consigo todo el fin de semana, y pudieran saber en qué laboratorio farmacéutico trabajaba, pues la bata llevaba bordado el nombre.  Dejando su maleta dentro cerro la taquilla de malas maneras por el enfado de no poderse cambiar. Todo le estaba saliendo mal.  Al llegar a su mesa miro el móvil sin tener ningún mensaje en el WhatsApp.
 (Soraya)  -.  (…Sonia estas ahí? Puedes hablar…)
       Poniéndose a trabajar antes que le llamaran la atención.   La mañana estaba resultando muy complicada para Soraya, llevaba ya dos horas trabajando sin poder acariciarse el trasero, que le picaba y ardía como si tuviera brasas encendidas dentro de sus braguitas, parecía  que el tiempo se había detenido, el trabajo le resultaba muy pesado por el dolor del culo, que daba la impresión de que a medida que pasaba el tiempo le iba molestando mucho más e intentaba por todos los medios no tener que sentarse en su mesa de trabajo, sentía muchas molestias en el culo el cual le dolía horrores, así como unas terribles punzadas que las sentía cuando tenía que desplazarse de un lado a otro de la oficina, o cuando le mandaban ir a buscar unas muestras de análisis al almacén, aunque al menos en el almacén se podía sobar el trasero sin temer que la pudieran ver hacerlo, tenía que caminar de forma natural, con lo que a cada paso que daba sentía como las bragas le raspaban las nalgas inflamadas y doloridas  resultando algo muy molesto, además al caminar lo debía que hacer sin pasarse las manos por su trasero, como hubiera deseado para poder mitigar aquellas terribles molestias de sus bragas, aunque lo que más le molestaba era el elástico de las perneras de las braguitas,  teniendo que andar con cuidado por  los chicos que la miraban cuando iba de un lado a otro, pues su trasero enfundado en los tejanos se le marcaban como una segunda piel, realzando más aun su  trasero, sus compañeras llevaban falda o la bata del laboratorio, no siendo aliciente para los chicos mirarlas, algo que enfadaba a Soraya por cómo se la comían sus miradas, algunos de ellos con mucho descaro.  Soraya le encantaba como a cualquier chica ser el centro de atención de los chicos, pero esa mañana le molestaba que no parasen de mirarla, pues al hacerlo, tenía que tener cuidado que no la vieran sobarse el culo, deseaba poder buscar una excusa para ir al servicio, para poder acariciárselo pues sentía que el culo le abrasaba, pues sus pantalones retenían el intenso ardor de la azotaina que había recibido esa mañana con el cepillo, mirando el reloj de la oficina, viendo que las agujas apenas se movían, o mirando  el móvil si había tenido respuesta de Sonia.
     Al menos tenia suerte en algo, el jefe de personal de su planta estaba reunido con unos nuevos clientes según el habían contado, con lo cual no le podría mandar  introducir al ordenador archivos, por lo que no tendría que sentarse en su mesa a hacerlo, pudiendo ocuparse de otras tareas que le permitían permanecer de pie.
(Paco)  -. Soraya!  Sube corriendo arriba a la oficina de Don José, acaba de llamar que me ha dejado unos archivos para mí, los bajas y los pasas rápido al archivo, venga…mueve ese culo! que estas esperando?  Sube ya!   Los necesito  dentro de una hora.
(Soraya)  -. Sr. Paco que confianzas son esas? No estoy de humor para que me falte al respeto.
(Paco)  -.  Perdona. Mi esposa me acaba de llamar y me ha sacado de mis casillas, por ello no he podido avisarte con más tiempo.  Me haces el favor, gracias!
      Vaya! Se decía así misma. “Mueve ese culo” Que se habrá creído, que me puede hablar como a su mujer…  como si fuera tan fácil…mover el culo…  Ya ha tenido que aparecer don prisas, siempre espera a última hora para mandar las cosas.  Caminando intentando no menear sus caderas, parecía un robot, deseaba poder salir al vestíbulo de la planta, una vez en el ascensor por fin podría sobarse el culo, nada más entrar esperaba con ansiedad que se cerraran las puertas, nada más cerrarse se masajeaba el culo subiéndose las nalgas con sus manos sujetándose el culo por la base de sus muslos, luego masajeo el culo con vigor, consiguiendo aliviarse un poco el picor, que llevaba molestándole dos horas sin poder acariciarse.  Recogió los archivos que debía pasar al ordenador, volviendo hacia el ascensor.  Al pasar por delante de la puerta del servicio de mujeres de esa planta, entro en él para orinar.   Llevaba desde que había llegado con ganas, solo pensar en tener que bajarse los pantalones  como sus bragas pensando en las molestias, prefería esperar…
     Al entrar al servicio cerrando el pestillo para que no entrara nadie más, pues había cuatro puertas y deseaba poder mirarse en el espejo como tenía el trasero, pero lo primero era vaciar su vejiga que hacía rato que iba apurada, viéndose en la necesidad de cruzar sus piernas para aguantarse.  Soltando el aire de sus pulmones y encogiendo la barriga se desabrocho el botón del pantalón bajando la cremallera, procediendo lentamente a bajarse el pantalón, haciendo guiños y mordiéndose el labio inferior del dolor en su trasero, teniendo que menear sus muslos para facilitar bajarse el pantalón que se le había adherido a su trasero por su estrechez, maldiciéndose a ella misma por haberse puesto unos pantalones tan ajustados hasta bajárselos a las rodillas con trabajo.  Armándose de valor introdujo los dedos pulgares y estirando la cinturilla separándola de sus nalgas, se  bajo las bragas suspirando aliviada, así como agradeciendo la brisa fresca en su ardiente trasero. Desahogándose orinando sintió como su móvil vibraba, acababa de recibir un mensaje debía de ser su amiga.  Para aliviarse se había inclinado lo justo y necesario sin apoyar el trasero en el inodoro, pero al coger el móvil se sentó aullando de dolor tapándose la boca para que no la escucharan fuera. Abriendo el móvil…
(Sonia)  -.  (Hola, Como estas?)
(Soraya)  -. (Hola, dolorida)
(Sonia)  -.  (No eres la única guapa!)
(Soraya)  -. (Me han mandado un castigo de hacer copias para esta tarde, pero no pienso hacerlo)
(Sonia)  -.  (Estas segura? Es que no piensas volver?)
(Soraya)  -. (No te haces idea de lo duros que han sido conmigo, no creo que fuera necesario tanto…Solo era una prueba, leches!!!)
(Sonia)  -.  (Eso es verdad!  Pero la armaste bien gorda, yo no me habría atrevido ni por asomo hacer algo así, te cargaste la habitación!  Si te hubiera agarrado mi spanker hubiera sido mucho más severo que ellos, no veas la que me dio el sábado después de irnos, tu papá le hizo enfadar mucho, y yo pague los platos rotos por tu culpa, por hablar de más… Me prohibió volver hablar contigo, aunque hoy ya se le había pasado un poco el enfado y me ha dejado utilizar el móvil.)
(Soraya)  -.  (Nos vemos para comer hoy?   Y luego vamos a casa hablar con calma.)
(Sonia)  -.  (Estoy castigada sin salir, pero…Como no vuelve del trabajo hasta las siete, igual me puedo escapar un rato, nos vemos en tu casa a las tres, a comer no!  Me duele demasiado el culo para sentarme en un restaurante.)
(Soraya)  -.  (Vale, quedamos en casa.)
     Satisfecha de  por poder verse luego con su mejor amiga, se levantó del inodoro no sin hacer algunos guiños de las molestias de su trasero, llevándose las manos acariciándoselo con suavidad y sintiendo el ardor en las palmas de sus manos, volviendo hacer nuevos guiños con sus ojos  al subirse las bragas ajustándoselas a su cintura, pasándose los dedos por las perneras de las braguitas desde su entrepierna atrás a sus nalgas, volviéndolas de nuevo a su entrepierna, aligerando la presión principalmente en sus nalgas,  luego se subió los pantalones con resignación, recordándose que no se  había mirado en el espejo.  Sin acabar de subirse los pantalones salió del servicio,  poniéndose frente al espejo dándose la vuelta,  con curiosidad se bajó las braguitas para verse.  Al mirarse vio que lo tenía el culo todo muy colorado de  rojo muy intenso, sonreía para sí misma al verse su redondo y pequeño trasero, le encantaba vérselo tan bonito con las nalgas coloradas, pasándose la mano sintiendo en ella el intenso calor que emanaba de él, en esos instantes sintió un ardor interior en su sexo, se acababa de correr con solo tocarse el culo, notando la humedad de sus fluidos descendían entre sus muslos, pasándose  una toallita de baño que cogió del lavabo, para secarse los muslos al igual que al pasársela por su entrepierna suspirando de placer, sintiendo el deseo de acariciarse íntimamente en segundos tenia de nuevo un intenso orgasmo introduciéndola en un sopor,  gimiendo tuvo que ahogar sus gemidos de placer, poniéndose la mano entre los dientes y morderse los dedos.  En ese instante sonreía al recordar la azotaina de esa mañana, deseando que le hubiera bajado el pantalón, avergonzándose solo de pensarlo de sí misma.  Sonreía  recordando viéndose patalear y retorcerse  sobre las rodillas de la Sra. Abba.  En esos momentos se dio cuenta que ya lo tenía claro,  que le gustaba sentir esa sensación.  Sentir el  fuego intenso  en sus nalgas, así como el dolor tan intenso en el culo.  Pero también recordaba lo mal que lo había pasado recibiendo la azotaina. Preguntándose a sí misma, como podía gustarle sentirse así dolorida y viéndose el culo en ese estado, en cambio sentía temor de ser castigada.
     A las catorce horas salía del trabajo caminando por la calle, dirigiéndose hacia la esquina donde ya la aguardaba el chofer en el interior del coche.  Minutos después la dejaba en su casa, entrando a comer algo al restaurante de enfrente, tenía el tiempo justo antes de que llegase Sonia. Después de comer subió a su piso dejando a la entrada su maleta, lo primero que deseaba hacer era quitarse aquellos pantalones y sacarse las bragas que aprisionaban su trasero molestándola tanto. Poniéndose una bata de baño esperaba ansiosa la llegada de su amiga. La cual no tardó en llegar pasando al comedor y estirándose boca abajo en el sofá…
(Sonia)  -.  Menos mal!   Ya no aguantaba más tiempo de pie.
(Soraya)  -. Ni las buenas tardes me das?
(Sonia)  -.  Buenas tardes dices?  Debería darte una buena zurra hija de puta…  No veas como llevo el culo por tu culpa!!!
(Soraya)  -.  Por mi culpa?  Ya te dije que hicieras las copias…  Y pasaste de hacerlas…
(Sonia)  -.  No me castigo por no hacer las copias estúpidas de tu papá.  Me castigo por la vergüenza que le hice pasar, al haberte acompañado a su casa y aguantar tu osadía de hablarle mal faltándole al respeto y que tu spanker no te diera tu merecido!
(Soraya)  -.  Como que no me lo dio?  Cuando salisteis por la puerta me regaño y me dio una azotaina por hablar mal a tu spanker… Pero me dijo que no soportaba que nadie le dijera lo que tenía que hacer con su hija…
(Sonia)  -. Vamos a discutir o vamos hablar… Auu, coño como me duele el culo… Me la estoy jugando por venir estando castigada, pero me moría de las ganas de saber cómo te ha ido.
(Soraya)   -.  No será para tanto… A mí también me duele mi culo. Mira como lo tengo…
       Abriéndose la bata retirándola a un costado se quedó semi desnuda ante Sonia, dándose la vuelta mostrándole el culo todo muy colorado, y con claras aureolas en el centro de las nalgas violáceas o granate oscuro.
(Soraya)  -. Ves!  Lo tengo todo morado.
(Sonia)  -.  A eso llamas morado? Mírame el mío y veras tú lo que es estar morado!
      Sonia tumbada sobre el sofá su corta falda se le había subido dejando entrever el fondillo de sus blancas braguitas de algodón, levantándose la falda Sonia, se bajó las bragas del lado derecho con la mano derecha ladeándose hacia la izquierda y luego posteriormente ladeándose hacia la derecha hizo lo mismo con la mano izquierda bajándose las bragas por debajo del culo, apareciendo el trasero desnudo completamente oscuro de lo morado que lo llevaba, con una gran aureola azul verdoso en los vértices de las nalgas.
(Soraya)   -. Ostias!!!  Debe dolerte mucho… Como aguantas que te ponga el culo así? Yo no aguantaría eso ni loca…
(Sonia)  -.  Pues por lo mismo que tú!  Porque me encanta vivir así con la adrenalina siempre a tope, con el miedo a que castigue hoy otra vez por escaparme de casa, esa sensación es lo más, aunque el miedo a ser castigada me supera haciéndome llorar solo de pensar en la que me espera, pero ahora ya es tarde para pensarlo, solo de pensarlo me meo de miedo en las bragas, pero es una sensación que me supera, aunque este cagada de miedo de la que me va a dar, pues ya sabe que he salido de casa por la ubicación del puto móvil, que se me ha olvidado desactivarla, ya me ha llamado para regañarme y que me puedo ir preparando para una buena zurra.  O es que acaso tu esta mañana antes de castigarte no tenías miedo? Eso es lo que nos hace ser lo que somos, spankee´s…  Nos aterra ser castigadas, pero nos encantan las sensaciones que vivimos previamente y después de ser castigadas.  Y cuando nos dan la azotaina las pasamos canutas, pero luego cuando pasan las horas después del castigo es cuando lo vivimos intensamente, y aunque nos duela horriblemente, nos encanta el serlo aunque no seamos masoquistas y no disfrutemos del dolor al recibir, pero si disfrutamos de ese dolor después, lo que nos hace ser otro tipo de masoquistas más raras aun, pero aunque no nos guste ser castigadas, el vivir esas sensaciones en conjunto es lo que nos hace vibrar elevándonos al séptimo cielo.   O es que tú eres diferente acaso…?
(Soraya)  -. Pues no lo había pensado desde ese punto, pero no pienso volver ni loca a esa casa…
(Sonia)  -.  Tu misma!  Pero estas cometiendo el mayor error de tu vida, créeme!  No te lo he contado nunca, pero yo conocí a un matrimonio muy similares a los que has conocido tú!  Yo era novata también como tú, fueron mis primeros spankers y después de vivir en su casa una semana, horrorizada de sus castigos no volví mas!  Hoy aun me arrepiento de mi error.  Ellos eran severos conmigo pero me querían mucho, me mostraban su cariño a todas horas del día, pero no me dejaban pasar ni una, y me castigaban.  Cuando Salí de aquella casa me prometí no volver ni loca, pero al pasar los días estando en casa, me venían los recuerdos.  Pasaron los días y trate de volver con ellos, pero ya no deseaban tener nada conmigo, pues ya tenían a otra chica que había sido más inteligente que yo.  Luego tuve encontré otros spankers, pero bien querían tener sexo o me querían como sumisa, y yo no soy sumisa. O encontrabas uno que me castigaba haciéndome desnudar por completo, rompiendo toda la magia que lleva que te levanten la falda y te bajen las bragas, o te den la azotaina sobre las bragas algo que me encanta que hagan, y lo peor era librarte de ellos cuando les decías que no querías mas, no te dejaban en paz y me seguían por la calle, o llamándome a todas horas.  Después de muchos que decían ser spankers y no lo eran, encontré a Felipe él es spanker aunque es muy severo, y tengo que tener sexo con él. Pero al menos me ve como su niña a mis veintiocho años y es un buen spanker a pesar de algunos inconvenientes, si pudiera volver con aquel matrimonio lo haría con los ojos vendados, ellos respetaban mi rol tal y como me gusta, no me exigían nada a cambio, solamente que fuera su hija.  Tu estas comenzando y te puede parecer que es fácil encontrar a otros, pero que nos comprendan y entiendan no es nada fácil, créeme. Tú ese matrimonio lo has conocido a través de mí, y te lo aconseje yo.
(Soraya)  -.  Son los que estuviste tú, verdad?
(Sonia)  -.  Son amigos míos de hace tiempo, y ya te hable en su día de la confidencialidad es necesario ser discreto en este mundillo, la discreción es algo muy serio, aunque quisiera decirte quienes eran aquel matrimonio, no podría hacerlo ya que perdería su amistad, y ellos ahora están muy felices con la chica que fue más inteligente que yo.
(Soraya)  -.  Entonces porque no has ido tú con ellos, conociéndolos…
(Sonia)  -.  En este mundillo muchos se conocen y suelen reunirse a veces, en algunas de aquellas veces que se encontraban varios matrimonios con sus hijas e hijos adoptivas, yo estuve en una de esas fiestas, el hecho que yo no volviera con ellos, aunque no lo hablaran entre los asistentes, conocían que no era de fiar, pues la reputación es lo que queda siempre. Con los que tú has estado yo hice amistad con ellos, y siempre hemos estado en contacto, pero nunca hablamos de otros temas, como el de acogerme pues alguna vez lo intente y cambiaron de tema de conversación. Son personas que tienen dinero, no les interesa los problemas, ellos tienen sus vidas privadas, que no las mezclan con lo que sucede en la intimidad o sus caprichos. Entiendes?
(Soraya)  -.  Entonces me recomiendas que vuelva con ellos?
(Sonia)   -. Te han parecido buenas personas, verdad?  Y hacen lo que te gusta cierto, aunque ahora tengas muchas dudas, yo en tu lugar aguantaría un tiempo a ver, y si después deseas dejarlo siempre estarás a tiempo, en cambio si los dejas así por las buenas, no podrás volver nunca, son así de serios.
(Soraya)  -. Son buena gente la verdad, y el sábado me castigo la encargada siendo muy severa, y el domingo me dejaron recuperarme todo el día sin castigos, pero la ropa que me hacen llevar me encanta, incluso esas bragas horteras muy molestas.
(Sonia)   -.  Esas bragas también tengo que usarlas yo ya las ves, aunque cuando me porto bien me deja usar normales, si me porto bien no me castiga sin motivos, por lo que si paso una temporada que no me apetece, no pasa nada, con no meterme en problemas asunto resuelto, pero eso dura poco pues tarde o temprano vuelven las ganas que me zurre la badana, aunque a veces como hoy me meto sola en problemas, que por venir a verte me la he jugado y no me apetece nada que me castigue, y me va a dar la del pulpo por escaparme.
    En ese momento sonó el timbre del portero automático de la calle, yendo Soraya a ver quién llamaba porque ella no esperaba a nadie esa tarde, al poco volvía con la cara blanca como la nieve…
(Soraya)  -.  Sonia Es tu spanker…!  Qué hago? Le abro la puerta?
      Sonia se quedó muda de la impresión y cuando se recuperó al poco…
(Sonia)  -.  Si ábrele o será peor para mi…No le hagas esperar que no se enfade más de lo que esta, pues si me ha venido a buscar debe estar furioso…
     A los pocos minutos entraba por la puerta saludando a Soraya, viendo a Sonia sentada en el Sofá, pues mientras escuchaba como Soraya abría la puerta, Sonia se había puesto de pie y subido las bragas blancas rápidamente sentándose en el sofá, no deseaba que la pillara con las bragas bajadas, pues no esperaba como podría reaccionar él. Viendo Sonia aterrada como se dirigía hacia ella sin mediar más palabras, se sentaba a su lado cogiéndola del brazo tirando de ella colocándola sobre sus rodillas, del balanceo de su cuerpo se le subió su corta falda plisada, comenzando a darle una fuerte azotaina con la mano.  Sonia a los pocos azotes ya estaba llorando, aunque le había suplicado que no le pegara al ponerla sobre sus rodillas, pero no le hizo caso alguno dándole una buena azotaina delante de Soraya, que miraba atónita sin saber si después la zurraría a ella al ser también culpable.  Cuando dejo de darle la azotaina la sentó sobre sus rodillas, ella se le abrazo al cuello llorando mientras él acariciándola la consolaba.
(Sr. Felipe)  -. Porque te has escapado de casa?  Sabias lo que te pasaría si me desobedecías, sabes que eso no me gusta que lo hagas, menos tal y como tienes el culo de mal. Pero vas a ver cómo te voy arreglar en cuanto lleguemos a casa por desvergonzada!!! Y desobediente!!!
     Sonia se agarraba más fuerte a su cuello avergonzada, como siempre que su spanker la regañaba, pero al mismo tiempo se sentía muy gusto, porque su spanker había dejado su trabajo para ir a buscarla a casa de Soraya, aunque su intención no había sido esa en un principio, pero antes de salir de casa se había armado de valor, teniendo en cuenta las consecuencias que iban a tener para ella,  ahora en cambio se encontraba con el culo de nuevo en llama viva, pero al tiempo se sentía muy bien al ser abrazada por él, mientras una mano la sujetaba de sus muslos  sentada sobre las piernas  de él, y la otra mano le acariciaba el culo por encima de las braguitas.
(Soraya)  -. Es que yo tenía dudas de volver o no volver a esa casa de nuevo, y necesitaba que me aconsejase que debería hacer.
(Sr. Felipe)  -. Mira niña!  Yo no puedo ponerme en tu lugar, porque soy spanker y no puedo hablar que les parecerá a ellos esa decisión.  Pero le destrozaste una habitación, y es más que posible que si vuelves no te lo van a tener en cuenta, porque estos días te habrán castigado por ello. Más o menos todos pensamos de forma similar, si os castigamos es por las faltas que habéis cometido, una vez castigadas la falta queda saldada.  Seguramente si no te hubieras ido por decir algo, por ejemplo  hasta el viernes, los castigos de mantenimiento habrían seguido unos durante  días más, al haber cometido una falta muy grave, siendo ese tipo de faltas castigadas como corresponde. Tú no eres una niña malcriada entiendes, en el cual en ese  caso, un padre castigaría a su hija, y luego la tendría una semana castigada sin salir a la calle o sin poder jugar.  Pero a una spankee es distinto les gusta vivir esas sensaciones limite, y aun sabiendo que las vamos a castigar, cometen faltas continuamente.  El veros aterradas como Sonia hace un momento y aun ahora que aún está muerta de miedo de lo que le espera en casa apenas lleguemos.  Eso a los spankers nos encanta veros así, porque en vuestras caras vemos como vivís este mundo, aunque sentís verdadero pánico al castigo.  Si en vez de encontrarme a Sonia aterrada ante el ser castigada o no, me la encontrase sonriendo con el culo desnudo en pompa para que la zurre, y por más fuerte que le diera disfrutara del castigo, yo no habría venido a buscarla a tu casa, pues yo no deseo una sumisa o una esclava que esté dispuesta a servirme y que la castigue cuando me apetece.  Yo castigo a Sonia cuando se lo merece, ella disfruta de esa sensación de miedo ante lo que se le viene encima, el solo pensar en ello esta aterrada, aunque luego más tarde disfrutara recordando estos momentos.   Si tú eres una spankee, Soraya ten por seguro que siempre tendrás miedo a ser castigada, y que lo pasaras muy mal esperando el momento que aparezca tu spanker o que te descubra la falta que has cometido.   Ahora dime una cosa… Cuando estabas en su casa te gustaba ir vestida como ibas, y sintiéndote arropada por tus papás adoptivos, vivir los momentos en que no estabas castigada y simplemente disfrutabas de vivir tu rol de niña, te gustaban esos momentos.
(Soraya)  -.  Si… Esos momentos eran mágicos, sí. Pero me aterra muchísimo ser castigada ahora que ya lo he probado. 
(Sr. Felipe)  -.  Has visto como estaba Sonia cuando he llegado?  Pues es cómo vas a estar tu siempre cuando te vayan a castigar. Es lo que os hace sentir lo que sois, si no lo sintieras. Lógicamente no serias spankee, cuando Sonia se porta mal claramente es para llamarme mi atención  hacia ella, y en esos momentos que hace la travesura, está deseando que la ponga sobre mis rodillas y le dé una azotaina.  Pero a medida que van pasando los minutos y cada vez falta menos tiempo para que yo llegue y descubra su travesura, en esos momentos se arrepiente de haberla cometido, deseando no haberla hecho, y te aseguro que cuando entro por la puerta solo necesito verla, para saber que ha hecho una de las suyas, solamente necesito tiempo para averiguar el que ha hecho, y en otras ocasiones,  como la de hoy la he visto enseguida, seguro que te habrá dicho que se le ha olvidado desconectar la ubicación del móvil, si una spankee hace una travesura, la hace sabiendo que va a ser descubierta, necesita esa subida de adrenalina a tope.   El día que pierdas ese deseo de subida de adrenalina, y ese temor a ser castigada, es que habrás dejado o perdido el sentimiento spankee, y ya no lo serás.  O es que acaso no has sentido miedo cuando he entrado por la puerta temiendo que te pudiera castigar a ti también,  vas a negar que tenías miedo, porque yo lo he visto reflejado en tu cara?
      Soraya guardo silencio y bajo su mirada al suelo avergonzada, aunque más vergüenza sintió al ver como estaba el suelo debajo de ella, pues al no llevar bragas su sexo estaba goteando y mojando el suelo.
(Sr. Felipe)  -. Ves?  Si vuelves con tus papás ya te puedes preparar, porque me encargare que se enteren que su niña me ha abierto la puerta no llevando bragas, y que mientras castigaba a mi spankee Sonia por haberse escapado de casa, has mojado el suelo.  Eso los abochornara de tal manera que cuando llegues a su casa, te enseñaran a base de bien que debes utilizar siempre bragas…
     Avergonzada Soraya se puso a gimotear  de la vergüenza, pero en ese instante nuevas gotas caían al suelo seguidas, solo de imaginar ser castigada por no llevar puestas las bragas, acababa de quitarse sus dudas en ese mismo  instante, ya tenía muy claro que es lo que debía de hacer, pues no tenía ninguna duda que ella era una spankee como su amiga Sonia.  Además debía apresurarse a hacer un castigo que tenía pendiente, o se le haría tarde.
(Continuará…)


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