MI ABUELO MATERNO Capitulo 20
La Sra. Penélope y Tía Ingrid hablaban
entre ellas de los tres últimos días, Penélope estaba teniendo sensaciones que
jamás había vivido como mujer amante de la disciplina, siempre después de ser disciplinada por la
propia Tía Ingrid, no tenía a nadie con quien compartir la experiencia, dado
que entre ellas mismas nunca se habían podido expresar de sus sentimientos y
vivencias, Penélope siempre había tenido mucha amistad con el matrimonio Adams,
sobre todo al ser Tía Ingrid lo que se suele denominar su Spanker, siendo
conducida por su propio marido el Dr. Johnson a casa de los Adams para ser castigada.
Tía Ingrid en tales situaciones su comportamiento hacia ella, era como
disciplinadora regañándola por sus faltas cometidas causantes del correctivo
recibido, tanto antes del correctivo, durante y después del mismo. Tenía claro
conocimiento que Susana y la propia Sonia eran disciplinadas al igual que ella
misma por el matrimonio Adams, pero a Penélope le daba vergüenza expresarse
ante ellas, aunque las chicas como ella las llamaba apenas les diferenciaban
unos diez años de edad, para ella eran como unas niñas a su lado sobre todo por
la forma que iban vestidas, con vestidos muy cortos mostrando sus bragas
coloridas con dibujos casi infantiles, a
pesar de sus treinta y dos años de edad, con tal vestimenta parecían unas
chiquillas de doce años.
Experimentaba
por primera vez la complicidad entre iguales, encontrándose en situaciones esos
tres últimos días ambiguas, siendo las dos mujeres castigadas sobre las
rodillas de sus respectivos maridos, el poder contemplarse la una a la otra con
la falda levantada y sus bragas bajadas, ambas recibiendo una severa azotaina y
ambas llorando como chiquillas, siendo la mayor de ellas Tía Íngrid a sus
sesenta y cinco años, o ella misma a sus cerca de los cincuenta.
Se
encontraban en el porche de la entrada a la casa, en unas hamacas tomando el
sol, llevaban como vestimenta la parte superior del bikini, y como conjunto una
falda corta, tableada blanca por motivos
obvios dado el estado de sus traseros, se les apreciaba claramente la parte
baja de sus nalgas, así como el inicio de sus mulos claramente marcados por los
azotes recibidos, ello era simplemente por precaución en el caso que las chicas
hicieran acto de presencia, y de ser así no se pudieran percatar del estado de
sus traseros. Teniendo la moderación de
no mostrarse demasiado atrevidas, mientras en la parte superior llevaban las
dos un bikini muy atrevido, por el cual ambas fueron censuradas por sus
respectivos cónyuges al verlas salir de
la casa, por mostrar más de lo debido sus voluptuosos senos, aunque aceptaron
de mal agrado su explicación dada por ellas, dado que deseaban aprovechar el
buen día que hacia esa mañana de domingo de pascua, aprovechando para ponerse morenas al sol, el calor del sol irradiaba
sobre sus cuerpos, siendo casi similar al calor que sentían como emanaba de sus traseros.
Al salir esa misma mañana de sus
habitaciones, fueron ambas damas reprendidas por sus maridos, pues al bajar las
escaleras a pesar de llevar las cortas faldas tableadas blancas, ellos al
verlas aparecer las regañaron por la parte superior del bikini, pero al bajar
las escaleras fue visible a sus miradas la escasa braguita del mismo, siendo
las dos mujeres agarradas al pie de las escaleras, dobladas hacia adelante e
inclinadas bajo sus fuertes brazos siéndoles bajadas la escasa braguita tipo tanga del bikini, acabando ambas
recibiendo una fuerte azotaina con la mano, siendo las dos obligadas a subir de
nuevo a ponerse unas bragas, especificándoles que por su travesura debían
ponerse ropa interior de Susana o de Sonia, aunque para Tía Íngrid no fuera necesario
dado que disponía de esas prendas, por el fetichismo de su marido que se las
hacia utilizar. En cambio para Penélope al ser más esbelta, tuvo que
proporcionarle Tía Ingrid unas braguitas de Sonia. El llevar puestas unas
bragas de algodón, ya que ambas habían sido castigadas esa misma mañana por sus maridos, teniendo que llevarlas por
orden explicita de ellos, el tejido de algodón al ser menos liviano impedía transpirar
la piel e impedir el liberar el intenso fuego de sus nalgas, por el cual ambas
mujeres se acariciaban el culo al hallarse a solas, hablando de cómo se encontraban
sintiendo ese intenso fuego, así como comparando el color de sus nalgas, siendo
sorprendidas sobándose e acariciándose el culo sobre la prenda intima.
En ese momento salían los hombres con unos
aperitivos en las manos, unos Martini, así como unas patatas fritas, aceitunas
y unas gambas cocidas a la sal para acompañar las bebidas, pillando infraganti
a las dos Damas sobándose el trasero por encima de sus bragas, pero la visión
resultaba tan hermosa que ninguno de ellos les dijo nada al respecto,
permaneciendo en el umbral de la puerta observándolas y escuchando lo que
hablaban entre ellas creyéndose a solas, escuchando como comparaban el dolor
del culo, así como el color rojo intenso de sus nalgas. Satisfechos de lo escuchado de las traviesas
esposas, aparecieron ante ellas hablando en voz alta para que supieran que
salían, aunque habían permanecido varios minutos escuchando lo que hablaban
entre ellas, viéndolas como se reían al referirse a la azotaina que habían
recibido esa mañana, por bajar las escaleras vestidas de forma indecorosa con
el tanga del bikini, escuchándolas al referirse a esa prenda, dado que la
ingeniosa idea de ponérsela había sido de Ingrid, con la intención de provocar
a sus maridos obligándoles a actuar, recriminándoles la conducta acabando
dándoles una azotaina y las dos damas reían aduciendo que se habían salido con
la suya.
(Sr. Williams) -. Creéis que hemos hecho bien dejar salir de
paseo por el pueblo a las chicas?
Las dos señoras al
escuchar las voces, se arreglaron las braguitas estirando las perneras
ajustándoselas correctamente y bajándose sus escasas faldas que al estar
tumbadas apenas cubrían su ropa interior.
(Tía Ingrid) -. Williams! En los
días que llevan en la casa no les hemos permitido salir… Las amigas de Sonia
han venido a verla en sus vacaciones, lo lógico era dejarlas salir a visitar el
pueblo, dado que hoy es su último día y mañana regresan a sus casas. Imagino
que verán la procesión de la Virgen la patrona del pueblo que es preciosa, se
pasan todo el año confeccionando a mano el entarimado que la acompaña, así como
las cuatro hermandades desfilan con sus trajes de romanos y cristianos, con los
penitentes con sus capirotes puntiagudos, sus túnicas y capas . Resulta ser un evento precioso y muy esperado
en esta época, sobre todo por la mañana
a la salida del sol el contraste de luz es una imagen preciosa. Llevan en casa encerradas desde su llegada, y
estos tres últimos días se han comportado como verdaderas señoritas, se han
esmerado en portarse bien para poder salir hoy, se lo tienen bien merecido por
cómo se ha esforzado en casa, aunque con las niñas María y Angie hemos hecho la
vista gorda a sus travesuras.
(Sr. Johnson) -. Incluso Angie
ha estado estudiando sin salir de su habitación en tres días! Tiene intención
de recuperar las asignaturas que suspendió!
Además que podrían hacer en el pueblo?
Es improbable que hagan alguna trastada… además ya no son ningunas chiquillas
a su edad, no creo que se atrevan hacer de las suyas por su bien.
(Tía Ingrid) -. Estas seguro que estudiaba? A saber que hacían esas niñas estando a solas…
Cuando están las dos juntas son el mismo diablo!
(Sra. Penélope) -. Que podrían hacer en el pueblo, si es domingo
y está todo cerrado…
(Sr. Williams) -. Te olvidas que
va tu nieta con ellas, y mañana se van las amigas de Sonia de regreso a casa,
conociendo a ese par diablillos no me extrañaría nada que les tengan algo organizado
como despedida… sobre todo estando con ella su más peligrosa cómplice, Angie!
(Tía Ingrid) -. Bueno si hacen
alguna travesura ya conocemos a las culpables, esta vez no se libraran esas dos
pequeñas monstruos… No tardaremos en
averiguarlo, pues ya deben de estar a punto de llegar a casa, ya es casi la
hora para comer será mejor que nos vayamos adecentando tu y yo, como las chicas
se han comportado bien estos días, estos dos neandertales se han mantenido
ocupados con nosotras, llevamos tres días sin poder apenas sentarnos con
comodidad.
(Sr. Williams) -. Bueno había
que aprovechar que nuestro buen amigo Doctor, haya decidido pasar estos días de
la semana santa en nuestra casa, las chicas se han comportado bien ocupándose
de las tareas de la casa, no podemos decir lo mismo de vosotras dos!
El Dr. Johnson cambiando de tema de
conversación, aun no se habituaba a comentar abiertamente el ocuparse de su
esposa el mismo, aunque en esos tres días había disfrutado al tener a su esposa
sobre sus rodillas, como en la época en que eran novios a la cual zurraba muy a
menudo, en aquellos años aun no sentía
prejuicio alguno a propinarle una buena azotaina a su esposa.
(Sr. Johnson) -. Por lo que me
habéis comentado de las chicas, la más peligrosa de las tres amigas, ha resultado
ser la más inocente de ellas!
(Sr. Williams) -. Sí, es verdad!
Esa niña las tenía bien engañadas a sus amigas, y eso que parecía completamente
inocente al llegar a esta casa, tras lo sucedido a su llegada del aeropuerto,
tome ciertas precauciones al castigarla por primera vez, trate de no ser
demasiado estricto con ella, fue la más reacia a quedarse en esta casa,
mientras Carolina y Laura no hacían más que rogarle para quedarse dado sus
planes, aunque no fue en nuestra presencia al llegar, pues las tres estaban muy
calladas por su timidez. Pero en los
mensajes de WhatsApp que recibía Sonia entre ellas, repetía una y otra vez que no deseaba quedarse.
(Sr. Johnson) -. Es que
espiabais sus móviles? Eso no es muy correcto no os parece?
(Tía Ingrid) -. En esta casa existen normas estrictas y si no
las cumplen tienen sus consecuencias, así como la exención de ciertos privilegios.
Sonia perdió tener estos, al cometer su última falta grave hace unas semanas.
Además gracias a ello nos enteramos de sus intenciones, tenían planeado engañarnos al llegar a la casa, comportándose como
verdaderos angelitos y muy modositas. Pero entre ellas por WhatsApp no hablaban
de sus verdaderos planes, pues conocían que vigilábamos el móvil de Sonia, en
cambio por Skype se decían comentaban lo
que tenían planeado hacer, esa dos pillastres de Carolina y Laura tenían
pensado portarse mal expresamente, incluso tenían ya pensadas las travesuras
que iban hacer, estando ellas y Sonia como su cómplice dentro de la casa para
ser castigadas, por ello deducimos que ambas eran Spankee´s. Lo tenían todo
bien urdido y bien preparado desde antes de iniciar el viaje, lo que ninguna de
ellas se esperaban fue lo sucedido en aeropuerto, fue lo que ha propiciado todo
sin necesidad por su parte de hacer diabluras, ellas tenían sus propios planes
y así se lo decían entre ellas, siempre dejando a un lado a su amiga Megan, igual
que Williams yo también la trate siendo comedida al azotarla, quien nos iba
decir que después de todas nuestras precauciones, ella ha resultado ser la peor
de todas ellas.
(Sra. Penélope) -. Yo la veo
como la más tímida de ellas! creo que exageráis en vuestras conclusiones
respecto a ella… No creo para nada que haya fingido, se la ve… tan inocente!
(Tía Ingrid) -. Había hechos que resultaron inescrutables, a
mí no puede engañarme esa niña. El ser switch me hace ser buena conocedora de lo
que se siente siendo castigada o el desear serlo… Tu Penélope has podido
comprobar nuestra complicidad estos días, na hay más que ver lo radiante que
estas!!! Y lo mucho que hemos disfrutado las dos haciendo nuestras diabluras a
estos dos neandertales!!! Y esa muchacha trató de engañar a todos mostrándose
como la más inocente de las cuatro…
(Sr. Williams) -. Mide mejor tus palabras Ingrid al referirte a
nosotros, o vas a lamentarlo de verdad!!!
Y creo que no deberías ser tan dura con Megan, incluso tu misma a su
edad! no recuerdas cuando tenías su misma edad?
Bueno a decir verdad eras mucho más joven que ella cuando éramos novios.
Como se te mojaban las bragas cuando hacías una travesura, cuando te las bajaba
las tenías empapadas sin siquiera haberte dado un azote.
(Tía Ingrid) -. Sí que lo recuerdo, como para no
recordarlo!!! Por eso mismo lo digo,
porque cuando lo hiciste por primera vez y las que siguieron después, estaba
más de una semana sin hablarte, y recuerdo muy bien que por entonces no se me
mojaban las… bragas… como a ti te gusta recordarme siempre como las llevo, no
veo porque te gusta tanto recordarmelo.
La primera vez pase tanta vergüenza que no se me olvidara en la
vida! Fue el día que me castigo tu madre
por primera vez, estando toda la familia presente en el salón, cuando me
regañaba en este mismo porche por haberme bañado en el rio desnuda con tu
cuñada, cuando entramos al salón ya tenía las braguitas mojadas, tras los
primeros azotes que me dio antes de entrar, una vez dentro me puso sobre sus
rodillas, me levanto la falda y me bajo las bragas comentando delante de todos
como las tenia de mojadas, nunca olvidare ese día…
(Sr. Williams) -. También recuerdo ese día mi pequeña! Mi madre primero se encargó de darle la azotaina
en el porche a la esposa de mi hermano que en paz descanse…, después de
pillaros infraganti desnudas en el rio tomando el sol, también recuerdo como te
masajeabas el culo disimuladamente, viendo como le ponía el culo colorado como
un tomate con la zapatilla, no apartabas la mirada de su trasero, viendo a mi
cuñada como brincaba agitándose a cada azote que recibía en el culo, no apartabas
la mirada viéndola como pataleaba, a pesar de
que luego estabas segura que te iba tocar a ti, lo recuerdo muy bien
todo. También recuerdo que mientras te frotabas el culo, al estar a mi lado
creías que yo te cubría y que nadie te
podía ver, pero la mano derecha la introdujiste bajo tu falda, te estabas tocando creída que
nadie se daba cuenta, pero no se le pasó desapercibido a mi madre, por ello te
hizo entrar tras darte unos azotes en el porche con su zapatilla, en el salón estaba
el cepillo de baño sobre la mesa aguardándote, sabía que estaba ahí, porque esa
mañana había zurrado a mi cuñada con él y entro a buscarlo para encargarse de
tu osadía. En el caso de Megan días atrás sucedió algo similar a aquel día,
ella vio como sus amigas eran castigadas, quizás en esos momentos esperando su
turno se le deberían de haber mojado, pero no sucedió tal cosa en ese momento, más
bien fue después en su habitación después de encargarte tú misma de vestirla,
entre yo poco después sorprendiéndola levantada a los pies de la cama en pie,
la regañe al tiempo que colocándola sobre mis rodillas, le di una azotaina sin
bajarle las braguitas. Imagino que tras esa zurra, así como tras escuchar desde
su habitación, como momentos antes la recibían sus amigas, debió de hacer mella
en ella ante esa espera a que le llegase su turno, pues fue justo después, al
bajar a la cocina donde descubrimos por
primera vez que las tenía mojadas, y tanto tu misma Ingrid y yo pudimos
observarla como se quedó sorprendida al verse descubierta, su rostro se le
enrojeció de la vergüenza que paso en ese instante, hasta ese momento la
habíamos podido ver avergonzada, pero en ese instante sus mejillas se
enrojecieron como no la habíamos visto antes. .- En ese instante Williams
se fijó en su esposa, que permanecía boca abajo en la hamaca tumbada mostrando
sus bragas de algodón de color rosa, viéndole como bajo las perneras mostraba
la parte baja de sus nalgas azuladas. -.
Por cierto cochina! Date la vuelta y
ponte boca arriba, si aparecen las chicas será mejor que no te vean mostrando
como tienes el culo de morado… Y tu Penélope, desvergonzada deberías de hacer
lo mismo, si tu marido no te lo dice, ya lo hago yo!!! No podéis estar así con la falda tan escasa
revelando como mostráis el culo de sinvergüenzas!!!
(Sra. Penélope) -. Con lo que me
duele el culo mejor me quedo así! No
veas como duele estando boca arriba!!! Como para ponerme boca arriba!!! Total yo no voy a perder autoridad ante las
chicas, no soy spanker como tu mujer.
(Sr. Johnson) -. Pero sí que
eres la madre de Angie! No pretenderás
mostrar como su padre te ha puesto el culo! Cualquiera que te viese diría que
lo estás haciendo para provocarme y te coloque ahora mismo sobre mis
rodillas!!!
Penélope sonreía mirando hacia su marido
con descarada picardía…
(Sra. Penélope) -. Si yo pretendiera tal cosa, no tendría más
que hacer esto!!!
El Sr. Johnson permanecía sentado sobre la
hamaca al lado de su esposa, reaccionando ante la osadía de su esposa, al
echarle por encima el contenido de su copa, la cual mostrando una sorpresa
fingida riéndose, al verse a sí misma como el Sr. Johnson la agarraba por la
cintura levantándola en volandas de la
hamaca, para instantes después verse sobre el regazo de su marido, echada boca
abajo sobre sus rodillas sujetándose la cinturilla de sus bragas, intentando
entre risas evitar que su marido le bajase sus braguitas color azul celeste,
pero sin poner demasiada resistencia hasta que escucho un comentario de él, lo
cual hizo que soltara la cinturilla de
las bragitas, al avergonzarse dado que al estirar de la cinturilla sujetándose
las bragas, estas se le subieron introduciéndose entre las dos coloradas nalgas,
mostrando claramente el fondillo de sus braguitas, que al ser de color azul
celeste, la humedad se reflejaba claramente en la entrepierna, en contraste con
la parte seca y en la húmeda la sombra era más oscura.
(Sr. Johnson) -. Has visto a
esta desvergonzada Williams, como lleva las bragas de húmedas?
(Sr. Williams) -. Por supuesto que las veo, igual que la sinvergüenza de
Ingrid que las lleva igual de húmedas! Al parecer estas dos cochinas se han
puesto estos dos colores expresamente, pues el color azul celeste de las bragas
de tu esposa y el color rosa de las bragas de Ingrid, son dos, de los colores
donde la humedad destaca por si sola con solo observarlas… y llevan desde que
hemos salido con las bebidas, abriendo y cerrando los muslos para que se las
veamos bien, igual tú no te has fijado esa acción descarada, pero a mí no se me
ha pasado por alto!!! Son unas verdaderas cochinas!!! Comportándose como unas
chiquillas!!!
(Tía Ingrid) -. Así…con que esas tenemos!!! Con que
sinvergüenza, verdad? Pues para ti también hay humedad en tus calz….
Ingrid no pudo finalizar
su frase, pues Williams astuto estaba atento a su esposa, moviéndose con rapidez evitando que le vertiera por
encima el líquido que contenía su copa, al igual que momentos antes había hecho
Penélope sobre el torso de su marido. Al igual que su amiga, Tía Ingrid se vio
alzada de su hamaca siendo colocada sobre las rodillas de su marido
Williams, siéndole bajadas sus bragas de
color rosa a las rodillas, uniéndose el restallido de los azotes que recibía ya
en esos instante Penélope. Las dos
mujeres reían con ganas mirándose la una a la otra, al encontrarse una enfrente
de la otra, al ser el Dr. Johnson zurdo la azotaba con la mano izquierda,
Williams siendo diestro hacía lo propio con la mano derecha en el culo desnudo
y muy colorado de Ingrid, mientras les estaban palmeando sus traseros
claramente doloridos. Las risas fueron lentamente desapareciendo de sus labios,
para poco después ser unos “Ayees” lastimeros claramente de dolor, siendo
claramente destacable su malestar al poder observar sus piernas abrirse y cerrarse,
pudiendo sus spankers observar como al separar las piernas sus bragas se
tensaban, dejando claramente ambos fondillos con la clara humedad a sus atentas
miradas, así como el brillo de fluidos en los labios exteriores de los sexos
rasurados de ambas mujeres.
Minutos después sobándose el culo,
entraron a la casa para preparar la comida, sin apartar la mirada de ellas el
Doctor y Williams, observando a ambas como se frotaban el culo sobre las
bragas, una vez se las habían subido y ajustado a su cintura.
Los hombres continuaban en el porche
charlando animadamente, preparando Williams la barbacoa para hacer carne a la
brasa, mientras las mujeres habían entrado a la casa para cambiarse para la
comida, así como encargarse de acabar de preparar el primer plato, que serían
unos entremeses fríos con ensalada.
Momento en que llegaron las muchachas del pueblo, entrando a la casa Carolina,
Laura y Megan en la casa para cambiarse de ropa de estar por casa, dado que esa
mañana habían salido hacia el pueblo con pantalones Jeans, a los pocos minutos
se reunían con Sonia, Angie, Susana y María, ellas no tuvieron tanta fortuna teniendo
que ir al pueblo con vestidos. A los
pocos minutos estaban sentadas a la mesa comiendo, pareciendo una gran familia feliz
reunida. Al acabar de comer las chicas se retiraron a sus habitaciones a
regañadientes, sobre todo en el caso de Carolina, Laura y Megan, al no
agradarles la idea de tener que hacer la siesta como unas niñas pequeñas. Pero
a pesar de estar molestas no replicaron, sobre todo al ver al Sr. Johnson como
se desabrochaba la hebilla del cinturón, con intención de sacudirle a Angie por
negarse, la cual subió las escaleras corriendo al ver a su padre con el
cinturón en su mano derecha.
Williams y el buen Doctor salieron al
porche a tomarse el café, mientras sus respectivas esposas, después de recoger
la mesa salían a caminar por los
alrededores, encontrándose con algunas de las vecinas acompañadas por sus
parejas, que tenían la misma costumbre de salir después de comer a pasear.
(Tía Ingrid) -. Buenas tardes Sr. Martin! Cuanto tiempo sin verle a usted y su esposa,
han venido de vacaciones al pueblo este año?
(Sr. Martin) -. Buenas tardes Ingrid! No exactamente de vacaciones, la verdad!
(Tía Ingrid) -. Por la mirada
cabizbaja de Carmen puedo adivinar que se dirigen ustedes a nuestra casa, mi
marido Williams estará encantado de ocuparse de su señora, que has hecho en
esta ocasión…? Tranquilo Sr. Martin. La
Sra. Johnson es discreta, ella misma va también bien servida. .- Agarrando
a Penélope por la cintura, la hizo voltearse al tiempo que le levantaba la
falda mostrándole el trasero al Sr. Martin, que con cara de sorpresa pudo
contemplar como Penélope llevaba colorado su trasero, aunque las bragas azules
de algodón lo cubrían, no siendo así la parte baja claramente colorada. -. Como puede apreciar va bien servida…
(Sr. Martin) -. Que quieres que haga con esta
sinvergüenza? Ha sucedido como siempre!!
Se cree que el banco de Londres es nuestro. Salió de compras antes de semana Santa y me vacío
toda la cuenta!!! Cuando tu marido se
ocupe de ella, apenas lleguemos a casa, le hare ir a devolver todas las
compras!!! Aunque me extraña que
Williams este desocupado, y se pueda ocupar de mi sinvergüenza esposa!!!
(Tía Ingrid) -. Porque esa extrañeza?
(Sr. Martin) -. Como bien sabes Ingrid, nos alojamos cuando
venimos al pueblo, en la casa Rural de Jeremías, desde el balcón de nuestra
habitación me ha parecido ver a las niñas bañándose desnudas. Había varias
chicas con ellas que no he podido reconocer, pero vuestra hija, sobrina y tu
nieta si las he reconocido. Sobre todo al verles el culo como de marcado lo
llevaban, aunque las siete chicas lo tenían igual de marcado. Sé muy bien que
Williams no le gusta que se bañen en el cauce del rio, por lo peligroso que es,
sobre todo en esta época. Además han
tenido que salir corriendo dejando parte de su ropa, pues el cauce ha subido
como suele suceder, si les preguntas por su ropa interior veras que no te la pueden
mostrar, pues he visto desde el balcón como la corriente se llevaba las bragas
de todas ellas y alguna camiseta…
Continuaron su paseo tras
despedirse del matrimonio, conversando entre ellas como habían conocido al Sr. Martin,
así como la censura que le hizo Penélope a Ingrid por levantarle la falda
mostrando el culo a un desconocido.
(Tía Ingrid) -. No te pongas así! Tampoco ha sido para tanto, además el Sr.
Martin es un hombre cabal, puedes estar tranquila nadie lo va a saber… Bastante vergüenza ya le hace pasar su esposa, desde hace unos cinco años nos
visita periódicamente, cada vez que su esposa le crea nuevos problemas. Aunque ella es una víctima de su propia
ambición por su dinero, se casó con él por su fortuna, ella apenas tiene los
treinta años cumplidos y él ya lo has visto, está cerca de los setenta y cinco
años. Lo que ella no se esperaba que él le
hiciera firmar un documento, el cual firmo sin leerlo detenidamente, él se
comprometió a hacerla heredera universal
de toda su fortuna, pero en el documento constaba que tendría que obedecerle en
todo, le gustara a ella o no. En ese documento constaba que sería disciplinada
severamente, en el caso de engañarle con otro hombre o por cualquier otro
motivo que él decidiera ser oportuno o necesario. La muy tonta no pregunto a qué se refería a ser disciplinada, cuando se
enteró de ello fue la primera vez que la trajo a casa, entonces solo contaba
con veinticinco años, puedo garantizarte que se arrepintió de haberse casado,
pues se percató que tener dinero no es lo más importante. El introducirte en el
mundo de las mafias y el poder del dinero tiene peligros que no se ven desde
fuera. El Sr. Martin será un carcamal, pero no es nada tonto, sabía muy bien
porque se casaba con él. El Sr. Martin es uno de los socios del Sr. Charlton Miller, nosotros como
bien sabes trabajábamos para él hace unos años, por ello acude a nosotros cada
vez que su joven mujer requiere disciplina… Además paga muy bien nuestros
servicios!!! Williams decidió alejarse de ese mundo por ello nos retiramos
aquí, aunque es un mundo que resulta difícil apartarte de él o poder
abandonarlo totalmente, pero créeme es mejor tenerlos como amigos, que tenerlos
como enemigos…
Una hora después volvían a la casa,
encontrándose al matrimonio salía al porche en esos momentos en compañía de
Williams. Viendo a la esposa del Sr. Martin con los ojos rojos de haber
llorado, con alguna lagrima aun descendiendo por sus coloradas mejillas,
contemplando como se sobaba el trasero con ambas manos.
(Tía Ingrid) -. Buenas tardes de nuevo Sr. Martin! Ya veo que mi marido ya se ha encargado de corregir
a su mujer!!! Ya se marcha?
(Sr. Martin) -. Si Ingrid! Por el momento nos marchamos dado
que tenéis visita. Volveremos mañana a la misma hora, una vez vuestras
invitadas se hayan marchado.
(Tía Ingrid) -. Entonces ya nos veremos mañana Sr.
Martin! Williams las muchachas ya se han
despertado?
(Sr. Williams) -.
Deben de haberse levantado hace un rato, las he escuchado corretear por
los pasillos, ahora me disponía a subir a llamarles la atención, saben que no
me gusta que corran por la casa…
(Tía Ingrid) -. Cuando te despidas del Sr. Martin, te espero que
subas a la habitación de Sonia, esas muchachas no saben lo que les espera, van
a saber lo que es bueno cuando las atrape!!!
Ya te contare luego! Adiós Sr. Martin!
Al subir por las escaleras
iba llamando a las chicas, su voz puso en alerta a las muchachas que en esos
momentos se encontraban en sus habitaciones, ya en el rellano del pasillo Tía
Ingrid las vio como asomaban las cabezas a las puertas, María fue la primera en
salir encontrándose con la abuela frente a su puerta, la cual con el rostro
contraído por su enfado le asesto varios azotes sobre la corta falda del
vestido, impactando su mano sobre la parte baja de las braguitas de María,
propinándole buenos azotes la condujo hasta la habitación de Sonia haciéndola
entrar, mirando hacia las demás chicas les indico con la mirada severa que
debían entrar con María y Sonia que se encontraban en el interior. Observando atentamente como las chicas
obedecían, dirigiéndose hacia la habitación de Sonia, esta dio un golpecito con
la puntera de su zapato, al hacer buen día había salido con unos zuecos de piel
con la suela de madera. Lo habitual en ella al entrar en la vivienda era
cambiarse, poniéndose sus zapatillas clásicas, pero tenía otras prioridades en
ese momento, como subir en su busca para encargarse de ellas, tras tener
conocimiento de su negligencia esa mañana.
Extrajo su pie del zueco sin apartar su
severa mirada, sin dejar de observarlas se inclinó ligeramente para recoger el zueco
de madera por el talón, al incorporarse su hija Susana se encontraba a su
alcance, siendo la primera en sentir como abrasaba su trasero, así como sus
muslos tras propinarle varios azotes.
Susana al sentir los azotes en el culo sobre la base de sus nalgas, al
tratar de protegerse saltando hacia adelante, fue cuando su madre le caldeo sus
muslos. Angie fue la siguiente en sentir
un azote sobre sus bragas, aunque está siendo más lista corrió hacia el
interior, sintiendo solamente un azote más en el culo.
Carolina, Laura y Megan entraron raudas, juntas
una tras la otra en la habitación, llevándose unos azotes la primera de ellas,
Carolina y la última llevándose la peor parte, pues Tía Íngrid agarro del brazo
a Megan sujetándola con la mano izquierda, mientras con la mano derecha le
caldeo a placer su trasero. Todas al
entrar se colocaron al lado de Sonia al otro extremo de la cama, resguardándose
tras ella teniendo a su espalda la ventana, Sonia con los ojos abiertos de par en par observo
sorprendida la escena, siendo ella y Laura las únicas que no recibieron unos buenos
azotes, Sonia por hallarse dentro de la habitación y Laura por apresurarse a
entrar a la habitación cubriéndola Carolina y Megan. Tía Ingrid desde el umbral
de la puerta con su zapato en su mano derecha, las observaba muy indignada
justo en el momento que aparecía Tío Williams.
(Sr. Williams) -. Se puede saber que han hecho las
chicas!!! No comprendo porque estas tan
enojada con ellas, las muchachas mientras habéis estado fuera Penélope y tú, se
han comportado obedeciendo durmiendo la siesta, aparte de corretear por los
pasillos al levantarse, no han hecho
nada malo y por corretear por los pasillos con regañarlas es suficiente medida!!!
(Tía Ingrid) -. Espérame aquí vigilando a estas sinvergüenzas,
voy a cerciorarme de algo que he sido informada y vuelvo en seguida, entonces
nos explicaran estas desvergonzadas lo que han hecho esta mañana!!!
Carolina, Laura y Megan se observaban
intrigadas, en cambio Susana, Sonia y María se las veía con una clara
preocupación, pues tenían muy claro que alguien las debía de haber visto
bañándose en el rio desnudas esa mañana, y que Tía Ingrid lo sabía todo, Angie
al ver el rostro de preocupación de su mejor amiga, María. Comprendió que algo muy serio ocurría…
Tía Ingrid unos minutos después volvía a
entrar a la habitación de Sonia, llevando un cajón de una de las mesitas de
noche de las habitaciones de las chicas y colgando de su muñeca una bolsa con
algo en su interior. Depositando el
cajón sobre la cama, solo tuvo que estirar los brazos para abrir el primer
cajón de la mesita de noche de la habitación de Sonia, extrayendo su ropa
interior de la sobrina depositándola en el interior del cajón que acababa de
traer…
(Tía Ingrid) -. Puedes decirme
Williams cuantas bragas ves en el cajón?
Al ser hoy domingo las he repuesto esta mañana, tal y como suelo hacer
cada domingo, antes de vestir a las chicas, como puedes observar hay siete
grupos con cinco braguitas cada uno de ellos, y contando las que llevan puestas
ahora son seis, en esta bolsa están las siete que les he cambiado esta mañana,
pero deberían de haber seis bragas limpias en cada grupo, pues siempre guardo
unas bragas por día de la semana, de este modo no me pueden engañar en caso de
cambiarse sin autorización, consiguiendo descubrir si se las han cambiado sin permiso.
(Sr. Williams) -. Está claro Ingrid por lo que dices, que
faltan unas braguitas en cada grupo lo cual significa que faltan siete bragas,
haber chicas porque motivo os habéis cambiado todas vosotras? No me diréis que
os las habéis comido!!!
(Tía Ingrid) -. Van a desear habérselas comido!!! Las niñas se han bañado desnudas en el rio
esta mañana! El Sr. Martin las ha visto
esta mañana como se bañaban, desde la casa Rural de Jeremías donde él se hospeda…
(Sr. Williams) -. Como!!!
Como os habéis atrevido a desobedecerme?
Que os tengo dicho sobre el peligro que supone bañarse en el rio, que el
nivel del cauce es imprevisible, al tener una presa a solo dos kilómetros rio
arriba, si abren las compuertas el cauce sube sin previo aviso, por ello hay
carteles que avisan del peligro que supone entrar en el cauce del rio…
(Tía Ingrid) -. No es necesario que digáis nada
desvergonzadas!!! El Sr. Martin ha visto
desde su balcón como habéis tenido que salir corriendo al subir el nivel del
agua, llevándose consigo la corriente vuestra ropa interior, al no tener tiempo
para recogerla de las rocas donde las habíais tendido a secarse. Ahora id a vuestras habitaciones!!! Tu Angie, tus padres te están esperando abajo
para hablar contigo.
(Sr. Williams) -. En cuanto a vosotras tres, tu Megan, Carolina
y Laura desconocéis las normas de esta casa, si fuera por mi os pondría el culo
como un tomate por irresponsables, pero lo que hagáis fuera de esta casa solo
os concierne a vosotras, tenéis una edad sobre los treinta años cada una de
vosotras, por lo tanto no voy a castigaros por haberos bañado en el rio
desnudas, ya sois bastante mayorcitas para saber lo que hacéis… si estuvierais
bajo mi responsabilidad, recibiríais igual que las demás…
(Tía Ingrid) -. No os alegréis chicas!!! Puede que por bañaros desnudas no os castigue
el Tío Williams, pero no vais a tener esa suerte por haber perdido vuestras
bragas en el rio, dado que vuestra ropa interior, la que habéis utilizado estos
últimos días pertenecen a esta casa, y ese descuido vuestro tiene sus
consecuencias… ahora retiraros a vuestras habitaciones… Enseguida me pasare a
ocuparme de cada una de vosotras!!!
Las chicas al dirigirse hacia la puerta de
la habitación, se protegían cubriéndose con sus manos el trasero, por miedo a
que Tío Williams les diera algún azote en el culo, pues al terminar de hablar
la Tía Ingrid, vieron aterradas como se desabrochaba la hebilla del cinturón,
así como al ver como lo deslizaba lentamente extrayéndolo de las presillas del
pantalón, en el momento que pasaban por su lado, ya lo tenía sujeto doblado a
la mitad en su mano derecha amenazante.
Al salir todas al pasillo la puerta se cerró, quedando en el interior de
la habitación Tío Williams a solas con Sonia. Antes de que llegasen a sus
habitaciones, pudieron escuchar como regañaba a Sonia, al tiempo que sonaban
azotes y como Sonia aullaba de dolor a cada uno de ellos.
Una vez dentro de sus habitaciones podían
oírla llorar desconsolada, así como el sordo sonido de azotes que estaba
recibiendo Sonia, los aullidos de dolor, así como escuchar como lloraba
mientras los azotes se seguían escuchando, pasaron varios minutos hasta que
dejaron de escuchar el sonido de los azotes del cinturón. Unos minutos después se volvían a escuchar
los azotes, poco después pudieron escuchar que quien aullaba de dolor era
Susana, durante minutos interminables la estuvieron escuchando. Después de un
breve espacio de tiempo de silencio, pudieron oír como Tío Williams regañaba a
María al estar su habitación delante de la de ellas.
Tanto Carolina, Laura y la propia Megan
en los días que llevaban en la casa, habían aprendido a diferenciar con que
instrumento eran castigadas aun sin estar presente, por ello dedujeron que a la
pequeña María le estaba dando una azotaina con la mano, a la cual la escuchaban
como sollozaba recibiendo la azotaina, poco después los gritos de esta se
hicieron ensordecedores, estaba claro que había cambiado la mano por el
cinturón, también el sonido de los azotes había variado y por como aullaba María
a cada uno de los azotes que recibía… Cuando ceso la azotaina a María pudieron
oír cómo se cerraba la puerta de la habitación de María, aterradas las tres,
tanto Carolina, Laura y Megan por si se abría su puerta.
A Carolina le dio un vuelco el corazón al
ver como se giraba el pomo de su puerta, al abrirse se quedó mirando aterrada a
Tío Williams ante en el umbral de la puerta, en su rostro pudo apreciar la
indignación en él al dirigirle una severa mirada, manteniendo en su mano
derecha su cinturón colgando de ella.
Viéndole como movía la cabeza de lado a lado negativamente, en esos
momentos Carolina temblaba de miedo por si entraba, pero vio que bajaba la
cabeza con indignación, cerrando así la puerta de la habitación, Carolina
respiro aliviada de librarse de ser castigada, pero al instante después sentía
en su interior una sensación de vacío extraña para ella, era como si hubiera preferido
que la castigase, dado que había oído como castigaba a sus amigas, ella en esos
momentos se sentía culpable de no ser castigada igual que ellas, sabía que Tía
Ingrid de un momento a otro aparecería por la puerta, y que llegado ese momento
seria castigada, por perder aquellas malditas braguitas que tanto les molestaba
al llevarlas puestas. Pero ni de largo
sería tan severa, como lo había sido para sus amigas de haber sido ella
castigada por Tío Williams.
Carolina deambulaba nerviosa por la habitación
de un lado a otro, ya habían transcurrido varios minutos desde que Tío
Williams, asomase la cabeza en el umbral de la puerta de su habitación, los
nervios la estaban devorando a cada minuto que transcurría, pues tampoco
escuchaba que sus amigas Laura o Megan estuvieran recibiendo la azotaina, dado que
Tía Ingrid les había dicho se encargaría de ellas, en los pocos días que
llevaban en la casa habían aprendido que Tía Ingrid, jamás hablaba por hablar y
que sus amenazas no eran veladas quedando en nada, siempre cumplía su palabra
cuando las regañaba, podían pasar minutos u horas pero acababan con las bragas
bajadas sobre sus rodillas. Sus amigas se encontraban en el mismo estado que
Carolina, tanto Megan como Laura estaban deambulando en el interior de sus habitaciones nerviosas y temblorosas
esperando el momento. Mientras tanto
abajo en el salón…
(Tía Ingrid) -. Ya habéis castigado a Angie por lo sucedido
en el rio? No la he escuchado llorar.
(Dr. Johnson) -. La he mandado a su habitación hasta la hora
de la cena castigada.
(Tía Ingrid) -. No le has dado su merecido castigo? No
comprendo porque…!
(Dr. Johnson) -. Vosotros no es
ningún secreto lo estrictos que sois con las chicas, pero nosotros le hemos
consentido desde niña bañarse en el rio, además que hoy día es monitora de
deportes de aventura de Rafting en aguas Bravas.
(Sr. Adams) -. En esta casa tu hija Angie ha estado bajo mis
normas, y tanto yo como mi esposa la hemos castigado por bañarse en el
rio. Vosotros series más permisivos con
ella, pero mientras este en mi casa estará bajo mis normas…!!! Lo que han hecho las chicas conocían sus
consecuencias, y puede que las amigas de Sonia se hayan librado en parte, están
de vacaciones en esta casa y no conocen mis normas. Puede que vosotros le consintáis a Angie
bañarse en el rio, pero no deberías hacerlo por una sencilla razón. Hace algunos años recordaras pues deben de haberte
hablado los ancianos del lugar, de las lluvias que hubieron en esta época, pues
a pesar de los años transcurridos aún se habla de ellas, en las cumbres estaban
como las puedes ver hoy nevadas, aquí en el valle lucía un sol espléndido era
un día de mucho calor para la época, las lluvias acabaron siendo una gran
tormenta en las cumbres. Un gran amigo de
mi padre de su infancia vino a pasar unos días con su familia, en esta época de
pleno deshielo, la presa estaba a rebosar como debe de estar en estos momentos
también. Aquí como digo lucía un sol que
abrasaba como hoy, cuando decidieron ir a bañarse al rio toda la familia, no
era necesario advertirles de los peligros ya que nunca había ocurrido nada,
aparte de que todos eran buenos nadadores, siendo el amigo un nadador experto
además de campeón olímpico, nada menos que en tres olimpiadas, con metas en su
vida como haber sido de los primeros de la época en cruzar el canal de la
mancha a nado. Su esposa era tan buena
como él mismo, aunque no hubiera participado en olimpiadas, si había ganado
competiciones aunque las mujeres por la época eran pocas las que tenían ese
privilegio, por lo cual eran pocas las competiciones que podían
participar. Sus dos hijos de dieciocho y
veinte años habían seguido sus pasos, y hubieran sido campeones como su
padre. Debido a la gran avenida de agua
de las cumbres, la presa abrió sus cuatro compuertas por completo, la familia
al completo perecieron ahogados por la gran riada, sus cuerpos no aparecieron
hasta varios días después cuando las aguas volvieron a su cauce. La presa la
tuvieron que derruir por los graves
daños causados, luego años después la construyeron de nuevo con compuertas más
grandes por lo que en caso de suceder algo similar, tienen la capacidad de
aliviar mucha más cantidad de agua, de ahí el grave peligro que supone entrar a
su cauce y el que existan carteles que indican el peligro. Si lo sucedido hace
unos sesenta años, mi familia no lo hubiera vivido tan de cerca, ya que esa
familia estaba hospedada en esta casa, yo podría opinar como tu Doctor. Yo tendría por entonces unos ocho años o
diez, mi madre no nos dejó acompañarles a mi hermano y mi mismo por ser
pequeños, con esto quiero decir que la tragedia la vivimos muy de cerca. Desde ese día y durante los años venideros,
el bañarse en el rio suponía irse a la cama bien caliente.
(Sra. Penélope) -. Yo había escuchado lo de esa gran riada, pero
no tenía ni idea que hubiera fallecido una familia entera…
(Dr. Johnson) -. Sabes Williams que mis padres vinieron a
vivir mucho después de aquello, no puedo decir que no hubiera escuchado hablar de
esa gran riada, pero no tenía noticias que hubiera fallecido esa familia.
(Tía Ingrid) -. En aquellos
años el pueblo constaba con unas veinte viviendas, la noticia de la desgracia salió publicada en
periódicos de la capital, aquí en el valle quedamos aislados durante meses del
pueblo, la búsqueda de sus cuerpos apenas fueron un grupo de diez vecinos del
valle, dado que estuvimos incomunicados por carretera con el pueblo varios
meses, la noticia de su fallecimiento no llego a la capital hasta casi diez
meses después, por lo que solo unos pocos conocemos lo que realmente sucedió
ese día. Cuando tuve conocimiento de esos hechos, fue el día que mi suegra me
castigo delante de la familia, justamente por bañarnos en el rio mi cuñada y
yo. Yo le exigí explicaciones a Williams
del porqué del castigo y el porque me castigaron, al conocer los motivos por
los que estuve varios días sin poder sentarme con comodidad, mi enfado con
Williams no fue tanto, dado que comprendí que sus padres vivieron esa tragedia
muy de cerca, imagino que habréis visto el Monolito en el Jardín, es en
recuerdo a esa familia, fueron enterrados ahí hasta que sus familiares,
pudieron exhumar sus cuerpos para trasladar los restos a su ciudad natal donde descansan.
(Dr. Johnson) -. Si lo hubiera sabido antes Angie no se habría
librado de una buena…!!! Ahora me
encuentro con ganas de subir y encargarme de ella!!!
(Tía Ingrid) -. Tranquilo
doctorcito ahora subiré yo a encargarme de las chicas y Angie no se va a librar
de una buena azotaina con la zapatilla…
(Dr. Johnson) -. Sabes Ingrid que no me gusta que me llames
Doctorcito, soy mayor que tú y me debes un respeto aunque solo sea por edad!!!
(Sra. Penélope) -. Ingrid ya conoces el dicho… Perro
Ladrador…Poco Mordedor… Doctorcillo…
(Sr. Adams) -. A mí no me mires!!! Ya subo yo a encargarme de las chicas, tu
Doc. tienes trabajo aquí abajo con estas dos, te están pidiendo a gritos que
les pongas el culo ardiendo como el fuego de un volcán en erupción!!!
Williams subía las
escaleras riendo a carcajadas, viendo como su buen amigo el Doctor ya había
colocado a su esposa Penélope sobre sus rodillas, dándole una buena azotaina
con la zapatilla temida, tras haberle bajado sus bragas segundos antes. Ingrid se había puesto en pie para no
perderse detalle alguno, de cómo meneaba el trasero su buena amiga al recibir
el torrente de azotes en el culo, que se enrojecía por momentos a pesar de que
lo tenía muy azulado, igual que lo tenía la propia Ingrid. A los pocos minutos el sonido de azotes se
escuchaba en el piso superior, apagando así el sonido que producía la azotaina
en esos momentos era el trasero de Ingrid quien la estaba recibiendo.
(Continuará…)
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