SORAYA Y SU NUEVO HOGAR Capitulo
8
REFLEXION
Frustrada se apoyó en la pared del
servicio, posando el hombro pues en un primer intento había apoyado su trasero,
dando un respingo de dolor al sentir la presión en su inflamado y dolorido
trasero. Al menos había recuperado su
teléfono móvil, que se lo habían quitado tras su huida a visitar su amiga
Sonia. Luego lo activo esperando tener
mensajes de ella, pero no tenía ninguno recibido, decidiendo contarle que ya
había abandonado la casa.
(Soraya) -. (Buenos días Sonia, ya estoy en el trabajo)
(Soraya) -. (Esta mañana me ha dado Mamá una azotaina con
la mano y el dichoso cepillo)
(Soraya) -. (Me han vaciado mi maleta y no me voy a poder
cambiar de bragas…Grrr. No veas como me molestan)
(Soraya) -. (A ver si podemos vernos esta tarde y hablar.
Dime algo)
Se inclinó con
dificultades para recoger su maleta del suelo que había quedado incrustada en
la puerta, viendo que había hecho una grieta en la madera de la puerta. Así que salió rápidamente del servicio no
fueran a verla a ella dentro y hacérsela pagar, pues solo le faltaría eso tal y
como había comenzado el día. Se dirigió
hacia el vestuario de chicas, teniendo la intención de poder quitarse los
pantalones al menos y ponerse su bata blanca de laboratorio, pero al abrir su
taquilla recordó que no la había llevado el viernes dejándola en casa, para no
tenerla que llevarla consigo todo el fin de semana, y pudieran saber en qué
laboratorio farmacéutico trabajaba, pues la bata llevaba bordado el nombre. Dejando su maleta dentro cerro la taquilla de
malas maneras por el enfado de no poderse cambiar. Todo le estaba saliendo mal. Al llegar a su mesa miro el móvil sin tener
ningún mensaje en el WhatsApp.
(Soraya)
-. (…Sonia estas ahí? Puedes
hablar…)
Poniéndose a trabajar antes que le llamaran la
atención. La mañana estaba resultando
muy complicada para Soraya, llevaba ya dos horas trabajando sin poder
acariciarse el trasero, que le picaba y ardía como si tuviera brasas encendidas
dentro de sus braguitas, parecía que el
tiempo se había detenido, el trabajo le resultaba muy pesado por el dolor del
culo, que daba la impresión de que a medida que pasaba el tiempo le iba
molestando mucho más e intentaba por todos los medios no tener que sentarse en
su mesa de trabajo, sentía muchas molestias en el culo el cual le dolía
horrores, así como unas terribles punzadas que las sentía cuando tenía que
desplazarse de un lado a otro de la oficina, o cuando le mandaban ir a buscar
unas muestras de análisis al almacén, aunque al menos en el almacén se podía
sobar el trasero sin temer que la pudieran ver hacerlo, tenía que caminar de
forma natural, con lo que a cada paso que daba sentía como las bragas le
raspaban las nalgas inflamadas y doloridas resultando algo muy molesto, además al caminar
lo debía que hacer sin pasarse las manos por su trasero, como hubiera deseado
para poder mitigar aquellas terribles molestias de sus bragas, aunque lo que
más le molestaba era el elástico de las perneras de las braguitas, teniendo que andar con cuidado por los chicos que la miraban cuando iba de un
lado a otro, pues su trasero enfundado en los tejanos se le marcaban como una
segunda piel, realzando más aun su trasero, sus compañeras llevaban falda o la
bata del laboratorio, no siendo aliciente para los chicos mirarlas, algo que
enfadaba a Soraya por cómo se la comían sus miradas, algunos de ellos con mucho
descaro. Soraya le encantaba como a
cualquier chica ser el centro de atención de los chicos, pero esa mañana le
molestaba que no parasen de mirarla, pues al hacerlo, tenía que tener cuidado
que no la vieran sobarse el culo, deseaba poder buscar una excusa para ir al
servicio, para poder acariciárselo pues sentía que el culo le abrasaba, pues
sus pantalones retenían el intenso ardor de la azotaina que había recibido esa
mañana con el cepillo, mirando el reloj de la oficina, viendo que las agujas
apenas se movían, o mirando el móvil si
había tenido respuesta de Sonia.
Al menos tenia suerte en algo, el jefe de
personal de su planta estaba reunido con unos nuevos clientes según el habían
contado, con lo cual no le podría mandar
introducir al ordenador archivos, por lo que no tendría que sentarse en
su mesa a hacerlo, pudiendo ocuparse de otras tareas que le permitían
permanecer de pie.
(Paco) -. Soraya! Sube corriendo arriba a la oficina de Don José,
acaba de llamar que me ha dejado unos archivos para mí, los bajas y los pasas
rápido al archivo, venga…mueve ese culo! que estas esperando? Sube ya!
Los necesito dentro de una hora.
(Soraya) -. Sr. Paco que
confianzas son esas? No estoy de humor para que me falte al respeto.
(Paco) -. Perdona. Mi esposa me acaba de llamar y me ha
sacado de mis casillas, por ello no he podido avisarte con más tiempo. Me haces el favor, gracias!
Vaya! Se decía así misma. “Mueve ese
culo” Que se habrá creído, que me puede hablar como a su mujer… como si fuera tan fácil…mover el culo… Ya ha tenido que aparecer don prisas, siempre
espera a última hora para mandar las cosas.
Caminando intentando no menear sus caderas, parecía un robot, deseaba
poder salir al vestíbulo de la planta, una vez en el ascensor por fin podría
sobarse el culo, nada más entrar esperaba con ansiedad que se cerraran las
puertas, nada más cerrarse se masajeaba el culo subiéndose las nalgas con sus
manos sujetándose el culo por la base de sus muslos, luego masajeo el culo con
vigor, consiguiendo aliviarse un poco el picor, que llevaba molestándole dos
horas sin poder acariciarse. Recogió los
archivos que debía pasar al ordenador, volviendo hacia el ascensor. Al pasar por delante de la puerta del
servicio de mujeres de esa planta, entro en él para orinar. Llevaba desde que había llegado con ganas,
solo pensar en tener que bajarse los pantalones como sus bragas pensando en las molestias, prefería
esperar…
Al entrar al servicio cerrando el pestillo
para que no entrara nadie más, pues había cuatro puertas y deseaba poder
mirarse en el espejo como tenía el trasero, pero lo primero era vaciar su
vejiga que hacía rato que iba apurada, viéndose en la necesidad de cruzar sus
piernas para aguantarse. Soltando el
aire de sus pulmones y encogiendo la barriga se desabrocho el botón del
pantalón bajando la cremallera, procediendo lentamente a bajarse el pantalón,
haciendo guiños y mordiéndose el labio inferior del dolor en su trasero,
teniendo que menear sus muslos para facilitar bajarse el pantalón que se le
había adherido a su trasero por su estrechez, maldiciéndose a ella misma por
haberse puesto unos pantalones tan ajustados hasta bajárselos a las rodillas
con trabajo. Armándose de valor
introdujo los dedos pulgares y estirando la cinturilla separándola de sus
nalgas, se bajo las bragas suspirando
aliviada, así como agradeciendo la brisa fresca en su ardiente trasero.
Desahogándose orinando sintió como su móvil vibraba, acababa de recibir un
mensaje debía de ser su amiga. Para
aliviarse se había inclinado lo justo y necesario sin apoyar el trasero en el
inodoro, pero al coger el móvil se sentó aullando de dolor tapándose la boca
para que no la escucharan fuera. Abriendo el móvil…
(Sonia) -. (Hola, Como estas?)
(Soraya) -. (Hola, dolorida)
(Sonia) -. (No eres la única guapa!)
(Soraya) -. (Me han mandado un
castigo de hacer copias para esta tarde, pero no pienso hacerlo)
(Sonia) -. (Estas segura? Es que no piensas volver?)
(Soraya) -. (No te haces idea de
lo duros que han sido conmigo, no creo que fuera necesario tanto…Solo era una
prueba, leches!!!)
(Sonia) -. (Eso es verdad! Pero la armaste bien gorda, yo no me habría
atrevido ni por asomo hacer algo así, te cargaste la habitación! Si te hubiera agarrado mi spanker hubiera
sido mucho más severo que ellos, no veas la que me dio el sábado después de
irnos, tu papá le hizo enfadar mucho, y yo pague los platos rotos por tu culpa,
por hablar de más… Me prohibió volver hablar contigo, aunque hoy ya se le había
pasado un poco el enfado y me ha dejado utilizar el móvil.)
(Soraya) -. (Nos vemos para comer hoy? Y luego vamos a casa hablar con calma.)
(Sonia) -. (Estoy castigada sin salir, pero…Como no
vuelve del trabajo hasta las siete, igual me puedo escapar un rato, nos vemos
en tu casa a las tres, a comer no! Me
duele demasiado el culo para sentarme en un restaurante.)
(Soraya) -. (Vale, quedamos en casa.)
Satisfecha de por poder verse luego con su mejor amiga, se
levantó del inodoro no sin hacer algunos guiños de las molestias de su trasero,
llevándose las manos acariciándoselo con suavidad y sintiendo el ardor en las
palmas de sus manos, volviendo hacer nuevos guiños con sus ojos al subirse las bragas ajustándoselas a su
cintura, pasándose los dedos por las perneras de las braguitas desde su
entrepierna atrás a sus nalgas, volviéndolas de nuevo a su entrepierna,
aligerando la presión principalmente en sus nalgas, luego se subió los pantalones con
resignación, recordándose que no se había mirado en el espejo. Sin acabar de subirse los pantalones salió
del servicio, poniéndose frente al
espejo dándose la vuelta, con curiosidad
se bajó las braguitas para verse. Al
mirarse vio que lo tenía el culo todo muy colorado de rojo muy intenso, sonreía para sí misma al
verse su redondo y pequeño trasero, le encantaba vérselo tan bonito con las
nalgas coloradas, pasándose la mano sintiendo en ella el intenso calor que
emanaba de él, en esos instantes sintió un ardor interior en su sexo, se
acababa de correr con solo tocarse el culo, notando la humedad de sus fluidos
descendían entre sus muslos, pasándose una toallita de baño que cogió del lavabo,
para secarse los muslos al igual que al pasársela por su entrepierna suspirando
de placer, sintiendo el deseo de acariciarse íntimamente en segundos tenia de
nuevo un intenso orgasmo introduciéndola en un sopor, gimiendo tuvo que ahogar sus gemidos de
placer, poniéndose la mano entre los dientes y morderse los dedos. En ese instante sonreía al recordar la
azotaina de esa mañana, deseando que le hubiera bajado el pantalón,
avergonzándose solo de pensarlo de sí misma.
Sonreía recordando viéndose
patalear y retorcerse sobre las rodillas
de la Sra. Abba. En esos momentos se dio
cuenta que ya lo tenía claro, que le
gustaba sentir esa sensación. Sentir
el fuego intenso en sus nalgas, así como el dolor tan intenso
en el culo. Pero también recordaba lo
mal que lo había pasado recibiendo la azotaina. Preguntándose a sí misma, como
podía gustarle sentirse así dolorida y viéndose el culo en ese estado, en
cambio sentía temor de ser castigada.
A las catorce horas salía del trabajo
caminando por la calle, dirigiéndose hacia la esquina donde ya la aguardaba el
chofer en el interior del coche. Minutos
después la dejaba en su casa, entrando a comer algo al restaurante de enfrente,
tenía el tiempo justo antes de que llegase Sonia. Después de comer subió a su
piso dejando a la entrada su maleta, lo primero que deseaba hacer era quitarse
aquellos pantalones y sacarse las bragas que aprisionaban su trasero
molestándola tanto. Poniéndose una bata de baño esperaba ansiosa la llegada de
su amiga. La cual no tardó en llegar pasando al comedor y estirándose boca
abajo en el sofá…
(Sonia) -. Menos mal!
Ya no aguantaba más tiempo de pie.
(Soraya) -. Ni las buenas tardes
me das?
(Sonia) -. Buenas tardes dices? Debería darte una buena zurra hija de
puta… No veas como llevo el culo por tu
culpa!!!
(Soraya) -. Por mi culpa?
Ya te dije que hicieras las copias…
Y pasaste de hacerlas…
(Sonia) -. No me castigo por no hacer las copias
estúpidas de tu papá. Me castigo por la
vergüenza que le hice pasar, al haberte acompañado a su casa y aguantar tu osadía
de hablarle mal faltándole al respeto y que tu spanker no te diera tu merecido!
(Soraya) -. Como que no me lo dio? Cuando salisteis por la puerta me regaño y me
dio una azotaina por hablar mal a tu spanker… Pero me dijo que no soportaba que
nadie le dijera lo que tenía que hacer con su hija…
(Sonia) -. Vamos a discutir o
vamos hablar… Auu, coño como me duele el culo… Me la estoy jugando por venir
estando castigada, pero me moría de las ganas de saber cómo te ha ido.
(Soraya) -. No será para tanto… A mí también me duele mi
culo. Mira como lo tengo…
Abriéndose la bata retirándola a un
costado se quedó semi desnuda ante Sonia, dándose la vuelta mostrándole el culo
todo muy colorado, y con claras aureolas en el centro de las nalgas violáceas o
granate oscuro.
(Soraya) -. Ves! Lo tengo todo morado.
(Sonia) -. A eso llamas morado? Mírame el mío y veras tú
lo que es estar morado!
Sonia tumbada sobre el sofá su corta
falda se le había subido dejando entrever el fondillo de sus blancas braguitas
de algodón, levantándose la falda Sonia, se bajó las bragas del lado derecho
con la mano derecha ladeándose hacia la izquierda y luego posteriormente
ladeándose hacia la derecha hizo lo mismo con la mano izquierda bajándose las
bragas por debajo del culo, apareciendo el trasero desnudo completamente oscuro
de lo morado que lo llevaba, con una gran aureola azul verdoso en los vértices
de las nalgas.
(Soraya) -. Ostias!!! Debe dolerte mucho… Como aguantas que te ponga
el culo así? Yo no aguantaría eso ni loca…
(Sonia) -. Pues por lo mismo que tú! Porque me encanta vivir así con la adrenalina
siempre a tope, con el miedo a que castigue hoy otra vez por escaparme de casa,
esa sensación es lo más, aunque el miedo a ser castigada me supera haciéndome
llorar solo de pensar en la que me espera, pero ahora ya es tarde para
pensarlo, solo de pensarlo me meo de miedo en las bragas, pero es una sensación
que me supera, aunque este cagada de miedo de la que me va a dar, pues ya sabe
que he salido de casa por la ubicación del puto móvil, que se me ha olvidado
desactivarla, ya me ha llamado para regañarme y que me puedo ir preparando para
una buena zurra. O es que acaso tu esta
mañana antes de castigarte no tenías miedo? Eso es lo que nos hace ser lo que
somos, spankee´s… Nos aterra ser
castigadas, pero nos encantan las sensaciones que vivimos previamente y después
de ser castigadas. Y cuando nos dan la
azotaina las pasamos canutas, pero luego cuando pasan las horas después del
castigo es cuando lo vivimos intensamente, y aunque nos duela horriblemente,
nos encanta el serlo aunque no seamos masoquistas y no disfrutemos del dolor al
recibir, pero si disfrutamos de ese dolor después, lo que nos hace ser otro
tipo de masoquistas más raras aun, pero aunque no nos guste ser castigadas, el
vivir esas sensaciones en conjunto es lo que nos hace vibrar elevándonos al
séptimo cielo. O es que tú eres diferente
acaso…?
(Soraya) -. Pues no lo había
pensado desde ese punto, pero no pienso volver ni loca a esa casa…
(Sonia) -. Tu misma!
Pero estas cometiendo el mayor error de tu vida, créeme! No te lo he contado nunca, pero yo conocí a
un matrimonio muy similares a los que has conocido tú! Yo era novata también como tú, fueron mis
primeros spankers y después de vivir en su casa una semana, horrorizada de sus
castigos no volví mas! Hoy aun me
arrepiento de mi error. Ellos eran
severos conmigo pero me querían mucho, me mostraban su cariño a todas horas del
día, pero no me dejaban pasar ni una, y me castigaban. Cuando Salí de aquella casa me prometí no
volver ni loca, pero al pasar los días estando en casa, me venían los recuerdos. Pasaron los días y trate de volver con ellos,
pero ya no deseaban tener nada conmigo, pues ya tenían a otra chica que había
sido más inteligente que yo. Luego tuve
encontré otros spankers, pero bien querían tener sexo o me querían como sumisa,
y yo no soy sumisa. O encontrabas uno que me castigaba haciéndome desnudar por
completo, rompiendo toda la magia que lleva que te levanten la falda y te bajen
las bragas, o te den la azotaina sobre las bragas algo que me encanta que hagan,
y lo peor era librarte de ellos cuando les decías que no querías mas, no te
dejaban en paz y me seguían por la calle, o llamándome a todas horas. Después de muchos que decían ser spankers y
no lo eran, encontré a Felipe él es spanker aunque es muy severo, y tengo que
tener sexo con él. Pero al menos me ve como su niña a mis veintiocho años y es un
buen spanker a pesar de algunos inconvenientes, si pudiera volver con aquel
matrimonio lo haría con los ojos vendados, ellos respetaban mi rol tal y como
me gusta, no me exigían nada a cambio, solamente que fuera su hija. Tu estas comenzando y te puede parecer que es
fácil encontrar a otros, pero que nos comprendan y entiendan no es nada fácil,
créeme. Tú ese matrimonio lo has conocido a través de mí, y te lo aconseje yo.
(Soraya) -. Son los que estuviste tú, verdad?
(Sonia) -. Son amigos míos de hace tiempo, y ya te hable
en su día de la confidencialidad es necesario ser discreto en este mundillo, la
discreción es algo muy serio, aunque quisiera decirte quienes eran aquel
matrimonio, no podría hacerlo ya que perdería su amistad, y ellos ahora están
muy felices con la chica que fue más inteligente que yo.
(Soraya) -. Entonces porque no has ido tú con ellos,
conociéndolos…
(Sonia) -. En este mundillo muchos se conocen y suelen
reunirse a veces, en algunas de aquellas veces que se encontraban varios
matrimonios con sus hijas e hijos adoptivas, yo estuve en una de esas fiestas,
el hecho que yo no volviera con ellos, aunque no lo hablaran entre los
asistentes, conocían que no era de fiar, pues la reputación es lo que queda
siempre. Con los que tú has estado yo hice amistad con ellos, y siempre hemos
estado en contacto, pero nunca hablamos de otros temas, como el de acogerme
pues alguna vez lo intente y cambiaron de tema de conversación. Son personas
que tienen dinero, no les interesa los problemas, ellos tienen sus vidas
privadas, que no las mezclan con lo que sucede en la intimidad o sus caprichos.
Entiendes?
(Soraya) -. Entonces me recomiendas que vuelva con ellos?
(Sonia) -. Te han parecido
buenas personas, verdad? Y hacen lo que
te gusta cierto, aunque ahora tengas muchas dudas, yo en tu lugar aguantaría un
tiempo a ver, y si después deseas dejarlo siempre estarás a tiempo, en cambio
si los dejas así por las buenas, no podrás volver nunca, son así de serios.
(Soraya) -. Son buena gente la
verdad, y el sábado me castigo la encargada siendo muy severa, y el domingo me
dejaron recuperarme todo el día sin castigos, pero la ropa que me hacen llevar
me encanta, incluso esas bragas horteras muy molestas.
(Sonia) -. Esas bragas también tengo que usarlas yo ya
las ves, aunque cuando me porto bien me deja usar normales, si me porto bien no
me castiga sin motivos, por lo que si paso una temporada que no me apetece, no
pasa nada, con no meterme en problemas asunto resuelto, pero eso dura poco pues
tarde o temprano vuelven las ganas que me zurre la badana, aunque a veces como
hoy me meto sola en problemas, que por venir a verte me la he jugado y no me
apetece nada que me castigue, y me va a dar la del pulpo por escaparme.
En ese momento sonó el timbre del portero
automático de la calle, yendo Soraya a ver quién llamaba porque ella no
esperaba a nadie esa tarde, al poco volvía con la cara blanca como la nieve…
(Soraya) -. Sonia Es tu spanker…! Qué hago? Le abro la puerta?
Sonia se quedó muda de la impresión y cuando
se recuperó al poco…
(Sonia) -. Si ábrele o será peor para mi…No le hagas
esperar que no se enfade más de lo que esta, pues si me ha venido a buscar debe
estar furioso…
A los pocos minutos
entraba por la puerta saludando a Soraya, viendo a Sonia sentada en el Sofá,
pues mientras escuchaba como Soraya abría la puerta, Sonia se había puesto de
pie y subido las bragas blancas rápidamente sentándose en el sofá, no deseaba
que la pillara con las bragas bajadas, pues no esperaba como podría reaccionar él.
Viendo Sonia aterrada como se dirigía hacia ella sin mediar más palabras, se
sentaba a su lado cogiéndola del brazo tirando de ella colocándola sobre sus
rodillas, del balanceo de su cuerpo se le subió su corta falda plisada,
comenzando a darle una fuerte azotaina con la mano. Sonia a los pocos azotes ya estaba llorando,
aunque le había suplicado que no le pegara al ponerla sobre sus rodillas, pero
no le hizo caso alguno dándole una buena azotaina delante de Soraya, que miraba
atónita sin saber si después la zurraría a ella al ser también culpable. Cuando dejo de darle la azotaina la sentó
sobre sus rodillas, ella se le abrazo al cuello llorando mientras él
acariciándola la consolaba.
(Sr. Felipe) -. Porque te has
escapado de casa? Sabias lo que te pasaría
si me desobedecías, sabes que eso no me gusta que lo hagas, menos tal y como
tienes el culo de mal. Pero vas a ver cómo te voy arreglar en cuanto lleguemos
a casa por desvergonzada!!! Y desobediente!!!
Sonia se agarraba más
fuerte a su cuello avergonzada, como siempre que su spanker la regañaba, pero
al mismo tiempo se sentía muy gusto, porque su spanker había dejado su trabajo
para ir a buscarla a casa de Soraya, aunque su intención no había sido esa en
un principio, pero antes de salir de casa se había armado de valor, teniendo en
cuenta las consecuencias que iban a tener para ella, ahora en cambio se encontraba con el culo de
nuevo en llama viva, pero al tiempo se sentía muy bien al ser abrazada por él,
mientras una mano la sujetaba de sus muslos
sentada sobre las piernas de él,
y la otra mano le acariciaba el culo por encima de las braguitas.
(Soraya) -. Es que yo tenía
dudas de volver o no volver a esa casa de nuevo, y necesitaba que me aconsejase
que debería hacer.
(Sr. Felipe) -. Mira niña! Yo no puedo ponerme en tu lugar, porque soy
spanker y no puedo hablar que les parecerá a ellos esa decisión. Pero le destrozaste una habitación, y es más
que posible que si vuelves no te lo van a tener en cuenta, porque estos días te
habrán castigado por ello. Más o menos todos pensamos de forma similar, si os
castigamos es por las faltas que habéis cometido, una vez castigadas la falta
queda saldada. Seguramente si no te
hubieras ido por decir algo, por ejemplo hasta el viernes, los castigos de mantenimiento
habrían seguido unos durante días más,
al haber cometido una falta muy grave, siendo ese tipo de faltas castigadas
como corresponde. Tú no eres una niña malcriada entiendes, en el cual en ese caso, un padre castigaría a su hija, y luego
la tendría una semana castigada sin salir a la calle o sin poder jugar. Pero a una spankee es distinto les gusta vivir
esas sensaciones limite, y aun sabiendo que las vamos a castigar, cometen
faltas continuamente. El veros aterradas
como Sonia hace un momento y aun ahora que aún está muerta de miedo de lo que
le espera en casa apenas lleguemos. Eso
a los spankers nos encanta veros así, porque en vuestras caras vemos como vivís
este mundo, aunque sentís verdadero pánico al castigo. Si en vez de encontrarme a Sonia aterrada
ante el ser castigada o no, me la encontrase sonriendo con el culo desnudo en
pompa para que la zurre, y por más fuerte que le diera disfrutara del castigo,
yo no habría venido a buscarla a tu casa, pues yo no deseo una sumisa o una
esclava que esté dispuesta a servirme y que la castigue cuando me apetece. Yo castigo a Sonia cuando se lo merece, ella
disfruta de esa sensación de miedo ante lo que se le viene encima, el solo
pensar en ello esta aterrada, aunque luego más tarde disfrutara recordando
estos momentos. Si tú eres una spankee,
Soraya ten por seguro que siempre tendrás miedo a ser castigada, y que lo
pasaras muy mal esperando el momento que aparezca tu spanker o que te descubra
la falta que has cometido. Ahora dime
una cosa… Cuando estabas en su casa te gustaba ir vestida como ibas, y
sintiéndote arropada por tus papás adoptivos, vivir los momentos en que no
estabas castigada y simplemente disfrutabas de vivir tu rol de niña, te
gustaban esos momentos.
(Soraya) -. Si… Esos momentos eran mágicos, sí. Pero me
aterra muchísimo ser castigada ahora que ya lo he probado.
(Sr. Felipe) -. Has visto como estaba Sonia cuando he
llegado? Pues es cómo vas a estar tu
siempre cuando te vayan a castigar. Es lo que os hace sentir lo que sois, si no
lo sintieras. Lógicamente no serias spankee, cuando Sonia se porta mal
claramente es para llamarme mi atención
hacia ella, y en esos momentos que hace la travesura, está deseando que
la ponga sobre mis rodillas y le dé una azotaina. Pero a medida que van pasando los minutos y
cada vez falta menos tiempo para que yo llegue y descubra su travesura, en esos
momentos se arrepiente de haberla cometido, deseando no haberla hecho, y te aseguro
que cuando entro por la puerta solo necesito verla, para saber que ha hecho una
de las suyas, solamente necesito tiempo para averiguar el que ha hecho, y en otras
ocasiones, como la de hoy la he visto
enseguida, seguro que te habrá dicho que se le ha olvidado desconectar la
ubicación del móvil, si una spankee hace una travesura, la hace sabiendo que va
a ser descubierta, necesita esa subida de adrenalina a tope. El día que pierdas ese deseo de subida de
adrenalina, y ese temor a ser castigada, es que habrás dejado o perdido el
sentimiento spankee, y ya no lo serás. O
es que acaso no has sentido miedo cuando he entrado por la puerta temiendo que
te pudiera castigar a ti también, vas a
negar que tenías miedo, porque yo lo he visto reflejado en tu cara?
Soraya guardo silencio y bajo su mirada al
suelo avergonzada, aunque más vergüenza sintió al ver como estaba el suelo
debajo de ella, pues al no llevar bragas su sexo estaba goteando y mojando el
suelo.
(Sr. Felipe) -. Ves? Si vuelves con tus papás ya te puedes
preparar, porque me encargare que se enteren que su niña me ha abierto la
puerta no llevando bragas, y que mientras castigaba a mi spankee Sonia por
haberse escapado de casa, has mojado el suelo.
Eso los abochornara de tal manera que cuando llegues a su casa, te
enseñaran a base de bien que debes utilizar siempre bragas…
Avergonzada Soraya se
puso a gimotear de la vergüenza, pero en
ese instante nuevas gotas caían al suelo seguidas, solo de imaginar ser
castigada por no llevar puestas las bragas, acababa de quitarse sus dudas en
ese mismo instante, ya tenía muy claro
que es lo que debía de hacer, pues no tenía ninguna duda que ella era una
spankee como su amiga Sonia. Además
debía apresurarse a hacer un castigo que tenía pendiente, o se le haría tarde.
(Continuará…)
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