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martes, mayo 24, 2022

SORAYA Y SU NUEVO HOGAR Capitulo 13

 

                                     SORAYA Y SU NUEVO HOGAR   Capitulo 13

                                                       La Sra. Mattew

 

 

     Era la hora de volver a casa, Soraya estaba ansiosa por llegar a casa tras acabar una larguísima jornada laboral, se había pasado toda la mañana pensando en la preciosa Dae Sung, sentía deseos de poder ver como la Sra. Stuart la colocaba sobre sus rodillas.   Salió de la oficina caminando a buen paso por los pasillos hasta llegar al ascensor, de alguna manera que no se explicaba del porqué, le gustaba sentir aquellas molestias al caminar, sentir como sus nalgas se agitaban a cada paso, el andar a paso ligero le provocaba dolor en el culo,  produciéndole muchas sensaciones agradables, al igual que aquellos malditos pinchacitos que parecían picaduras de avispa, por no decir el roce de sus braguitas en sus nalgas, aliviando aquella agradable molestia pasándose la mano sobre la falda, acariciándose el trasero disimuladamente, dado que tras ella iban otras compañeras y compañeros, o tener la necesidad de estirar el elástico de las braguitas a través de la falda, haciéndolo muy disimuladamente para no despertar sospechas,  una vez salió del edificio al hallarse en plena calle mezclándose entre la gente, al ser una hora que muchas salían de sus trabajos, aunque nada podía hacer ante el roce más íntimo, el fondillo de sus braguitas de paño  se movía a cada paso que avanzaba, sobre todo resultaba agradable al ser más íntimo al bajar o subir escaleras, acariciándole los labios sensibles por la excitación que tenía al mojar el fondillo de sus braguitas toda la jornada, por lo cual el tener el sexo  depilado hacia que el contacto con el fondillo de sus braguitas fuera agradable.  Anhelaba llegar a casa lo más temprano posible, hubiera preferido volver a casa caminando, para así continuar disfrutando de aquellas caricias en su trasero que resultaban una delicia, pero debía obedecer a su papas, estaba lo bastante dolorida como para  no desear que la volvieran a castigar esa mañana  por desobedecerles.

     Al doblar la esquina de la avenida dejando atrás a sus compañeros, vio que ya se encontraba el vehículo estacionado con el conductor esperándola, un grupo de jóvenes la silbaron al verla doblar la esquina,  había girado hacia la derecha bruscamente, sin tener en cuenta la brisa que hacía a esas horas, levantándosele la falda por completo al pasar sobre la rejilla de ventilación del metro, dejando entrever claramente a los jóvenes sus bragas blancas con dibujos de margaritas, aunque rápidamente se aliso el vuelo de la falda, sus mejillas se ruborizaron tras escuchar los silbidos de los muchachos y sus piropos atrevidos, maldiciéndose así misma por no haber tenido más cuidado al pasar sobre la reja del metro, aunque una ligera sonrisa apareció en sus labios al recordarle la escena en una película de Marilyn Monroe, por fortuna para ella el vehículo que la esperaba para llevarla a casa estaba en la misma esquina, subiéndose abruptamente tomando asiento en él, sin tener en cuenta las consecuencias al sentarse, saliendo de sus labios un “Auuuuu” que no le pasó desapercibido al conductor, aunque este, al ser  un hombre mayor de unos sesenta años no hizo, ni dijo nada al estar ya habituado a esas situaciones.

     Ya puesto en marcha el vehículo estando más relajada, le vinieron a la mente los pensamientos de unos minutos antes, cuando aún se encontraba sentada en su mesa de trabajo, en los cuales pensaba en  pasarse por el servicio de las chicas, pero al bajar en el ascensor acompañada por sus compañeras, tal pensamiento se le paso por alto al ir escuchando sus comentarios, así como ella misma respondiéndoles despidiéndose de ellas.  Viendo como algunas de ellas se dirigían hacia los servicios, las cuales al ir por delante de ella, pensó que de ir también debería de esperar a su turno, pero en esos momentos en su mente solamente le rondaba una idea,  ver a la preciosa Dae Sung recibiendo su azotaina, por lo que pensando rápidamente, prefirió dejarlo para ir al servicio al llegar a casa.

     Pero… Soraya no había contado lo que iba a tardar en llegar, este era el primer día que iba en coche a casa desde el trabajo, andando habría llegado mucho antes sin duda alguna, dado que el tráfico a esas horas era muy intenso. Las molestias que sentía en su trasero, la olvido en esos instantes al sentir una molestia en su vientre, la bebida que había tomado comiendo, estaba haciendo sus respectivos efectos, motivando ser acuciante las ganas por ir al servicio, llegando a maldecir en voz baja por la tardanza en llegar a casa, dado que la vejiga le estaba molestando causando hasta dolor de vientre, juntando los muslos deseaba llegar cuanto antes a casa.  

      Al salir del vehículo una vez estacionado en el parking subterráneo del edificio,  ya  dentro del ascensor al no ser observada por nadie, cruzo sus muslos apretándolos uno contra otro llevándose ambas manos a su entrepierna, iba a llegar demasiado justo al piso once, en el cual Vivian sus nuevos papas. Iba mirando al marcador digital que indicaba el piso que se hallaba según subía,…Parking C,… Parking B,… Parking A,…Entresuelo,… Vestíbulo 0,… cuando este se detuvo en el vestíbulo, entrando en el ascensor una mujer mayor a la cual no conocía de nada. Avergonzada que la hubiera podido ver con los muslos cruzados y encogida por las molestias que sentía en el vientre, viéndose obligada a separar las piernas disimulando, así como ponerse derecha con rapidez. La mujer al entrar… la saludo educadamente con buenas tardes, pero Soraya apretando sus labios no dijo nada, pues de hacerlo su concentración en apretar el sexo habría provocado el desastre. La señora quedo sorprendida al no ser correspondida por la joven, pasando a estar claramente airada al no recibir respuesta a su saludo, haciendo notar su enfado, comenzó a regañarla que en sus tiempos se educaba mejor a las jovencitas, amenazándola con subir con ella hasta casa para quejarse a sus papas, de su mala conducta y falta de educación.   Soraya se dio cuenta que la situación se le ponía mal para ella, debía responder rápidamente disculpándose ante la señora, estaba segura que la comprendería al conocer el motivo de no hablar.

     Pero… al ir a decir algo, sintió como el pis se le escapaba bajándole entre sus muslos, apareciendo al momento un pequeño charco alrededor de sus pies, la señora al ver el suelo del ascensor trato de apartarse de ella para no mojar sus zapatos, en esos momentos la señora increpaba a Soraya de muy malas maneras, sobre todo la mala educación y la poca vergüenza de la joven. Gritos que hicieron que al llegar al llegar al piso once y abrirse las puertas, que los vecinos abrieran sus puertas alarmados, Soraya deseo en ese momento que se la tragase la tierra, al ver como una de las puertas aparecía su mamá, la Sra. Abba. La cual al ver lo que sucedía fue a buen paso hacia ella, sorprendiendo a la propia  Soraya al verse inclinada hacia adelante, siendo su pequeño cuerpo colocado bajo el brazo izquierdo de su mamá, así con el cuerpo bajo el brazo sintió como su falda era izada, sintiendo como su trasero sentía la corriente de aire al quedarse en braguitas y pocos segundos después sentía como le bajaba las bragas ante la señora mayor, sintiendo los primero azotes en el dolorido culo, solamente fueron una veintena de azotes bien dados que resonaron en las paredes, pudiendo ser escuchados por los vecinos de todos y cada uno de los once pisos del edificio, dado que el resonar del eco de los azotes, estos pudieron escucharse con claridad al resonar por el hueco de las escaleras,  haciendo que resonaran expandiéndose por las ondas. Pero los vecinos que había hecho acto de presencia en el rellano, no perdieron detalle observando sonrientes, como la joven recibía los azotes. Soraya sintió  como era agarrada del lóbulo de la oreja izquierda, haciéndola entrar en la casa trastabillando con los pies, al llevar sus braguitas mojadas de orina bajadas  en sus tobillos, una vez dentro del recibidor de la entrada, la Sra. Stuart apareció de la nada.

(Sra. Abba)  -.   Sra. Stuart llévese a esta desvergonzada al baño, cuando la haya aseado y vestido me la sube al salón, donde estaré aguardándola para darle su merecido. Envíame a Carmen!!! Para que arregle el desaguisado que ha formado la niña en el ascensor, y el rellano… esta cochina!!! Lo mojado todo la muy sinvergüenza!!!

     La Sra. Stuart agarro a Soraya por la cintura cogiéndola por sorpresa, cuando se quiso dar cuenta se vio en volandas bajo el fuerte brazo de la Sra. Stuart, viéndose colgando asida por el brazo izquierdo, posición en la que podía ver por debajo de su propio cuerpo, como los vecinos en coro hablando a la Sra. Abba, la veían como mostraba su culo desnudo así como las braguitas blancas con los dibujos de margaritas, por lo que con su mano izquierda trato de bajarse la falda para cubrir sus vergüenzas a las miradas. Al entrar a la habitación fue llevada al baño, donde fue desnudada por la Sra. Stuart dejándola a solas metida en la bañera.

(Sra. Stuart)   -. Enseguida vuelvo a bañarte, cochina!!!  Voy avisar a Carmen para que salga a fregar el suelo. Tu mamá te arreglara a base de bien por el bochorno que le estas causando!!! -. La Sra. Stuart al salir de la habitación se encontró con la nueva doncella. -. Ah! Dae Sung estas aquí! Ves al armario de los utensilios de limpieza y coge la fregona, luego sales al rellano a fregar el desaguisado que ha liado la hija de los señores!!!

     Salía cargada con el cubo y la fregona, una vez lleno de agua con lejía en la mano derecha, llevando en la izquierda la fregona cuando se cruzó en el pasillo con Carmen.  Al verla ir cargada salió con ella para ayudarla, Carmen tenía la orden de la Sra. Abba de enseñar a Dae Sung, por tal motivo salió con ella al rellano, al ver a la muchedumbre que se encontraba en el rellano, dado que  el escándalo había hecho subir a otros vecinos curiosos. Las dos doncellas se miraron entre sí, abochornadas al poder ver a cerca de diez mujeres de entre los cuarenta o sesenta años y otros tantos de hombres maduros, que al verlas aparecer con sus cortas faldas no perdían detalle al ser visibles sus braguitas, al inclinarse para dejar el cubo en el suelo la preciosa Dae Sung, o como Carmen al mojar el mocho al introducirlo en el cubo, o poco después al inclinarse con la fregona en mano para ponerse a fregar el suelo del rellano, avergonzadas al saberse observadas sabiendo que su corta falda tableada,  dejaba a sus obscenas miradas de los hombres el estado de su trasero,  pudiendo verles las braguitas a las dos doncellas, así como sus dibujos variados de florecillas verdes o florecillas azules, además inocentemente mostraban el estado de sus traseros, muy colorado en el caso de Dae Sung y claras marcas moradas en Carmen bajo el ribete de las perneras de las braguitas, la parte baja e inicio de sus muslos colorados en ambas doncellas.

    La Sra. Abba conversaba con la vecina de setenta años que había subido con Soraya, disculpándose por lo sucedido,  prometiéndole que no volvería a suceder un hecho similar en lo sucesivo. Dado que la Señora no hacía más que recordarle que en sus tiempos eso no sucedía, aparte de la falta de respeto hacia ella por parte de la joven, indicando una y otra vez que esperaba unas disculpas inmediatas de la joven desvergonzada…

(Sra. Abba)   -.  Sra. Matthew lamento lo sucedido, le ruego que me acompañe al interior y usted misma pueda ver el correctivo! -. En ese instante uno de los curiosos intervino, lo cual hizo que la Sra. Abba se girase hacia los demás curiosos quedando sorprendida al ver a tantos tras ella, observando que sus lascivas miradas prestaban más atención a sus doncellas… Siendo la propia Sra. Matthew quien interviniera indignada…

(Sra. Matthew)   -.  Serán ustedes puercos!!!  Que son esas miradas al servicio!!! Es que no tienen decencia? Sinvergüenzas se les debería caer esos rostros de cerdos lascivos, y ustedes vuelvan a sus casas marujas indecentes!!!  Aquí no tienen nada que hacer, ni nada que ver…

     Rostros avergonzados por las palabras de la Sra. Matthew desfilaron escaleras abajo, en breve el rellano quedo despejado, quedándose únicamente  la Sra. Matthew y la Sra. Abba, que en esos momentos regañaba a sus empleadas. Las dos jóvenes doncellas tenían sus rostros claramente colorados por la vergüenza, ya que veían como las estaban devorando con las miradas los hombres, pero ninguna de las dos se había mostrado indignada haciendo conocer los hechos a su señora y por ello estaban siendo regañadas las dos.

(Sra. Abba)   -.  Carmen que te tengo dicho que debes hacer cuando atraviesas esa puerta!!! Que si hay chismosos debes hacérmelo saber, vuestro vestuario es el requerido dentro de la casa, pero fuera de esa puerta para fregar la escalera debes ponerte una bata que cubra las vergüenzas!!!

(Carmen)   -. Perdón Sra. Abba, he visto a Dae Sung que salía y he salido a ayudarla, desconocía que había ocurrido en el rellano…

(Sra. Matthew)   -. Esa no es una respuesta adecuada jovencita, debías de haberla hecho entrar de nuevo a poneros una bata, mis doncellas en casa van vestidas con ese mismo vestuario, pero jamás se atreverían a salir al rellano sin cubrirse adecuadamente!!! Si cualquiera de mis doncellas saliera de esa guisa al rellano, esa noche se irían a dormir bien calentitas a la cama!!!

(Sra. Abba)   -. Tiene usted toda la razón Sra. Matthew… Entrad a poneros una bata inmediatamente, cuando acabéis de fregar este desaguisado os espero en el salón, esto no quedara así para ninguna de vosotras dos. Dae Sung es tu primer día de trabajo en la casa, y después de haber pasado la prueba de rigor en el día de hoy, yo misma te he informado de cómo no se debe salir de casa, al haber sido convenientemente informada, vas a recibir tu primer castigo real!!!

(Sra. Matthew)  -.  Es su primer día?  Me encantaría poder encargarme de esta preciosidad de muchachita!

(Sra. Abba)   -.  Pasemos al interior Sra. Matthew!  Carmen!  Acabad rápido y subid al salón.

    Dae Sung miraba a Carmen mientras estaban terminando de limpiar el rellano y el ascensor, poco después entraban cerrando la puerta de la entrada, despojándose de las batas colgándolas en el armario de recibidor, destinado a útiles del servicio. Mirándose la una a la otra con rostro de resignación, dado que Carmen sabía bien lo que las esperaba en el salón.

(Dae Sung)   -.  Tan malo va a ser?

(Carmen)   -.  Hace dos horas que te han hecho la toma de contacto como les gusta llamarle a la primera azotaina… Que te ha parecido?  Yo no estaba presente en el salón, pero conozco a la Sra. Stuart, has llorado verdad?

(Dae Sung)   -.  Sí, es que me ha dolido de verdad el culo, su mano parece ser de madera, con que fuerza pega la Sra. Stuart!!!

(Carmen)   -.  Vas a tener suerte al ser la primera falta que cometes, y el hecho que no sea muy grave puede que no sea muy severa la Señora.

(Dae Sung)   -.  Pero la señora de al lado ha mencionado que le gustaría encargarse de mi ella, tú crees que la dejara la señora?

(Carmen)   -.  Tú quieres que sea ella?

(Dae Sung)   -.  Es una ancianita muy dulce, me recuerda a  mi abuelita, ella vive en Seúl y no la veo desde que era muy pequeña, antes de venir con mis padres a vivir aquí.

(Carmen)   -.  No la conozco apenas, solamente me la he encontrado en el ascensor alguna vez con sus doncellas, y solamente nos hemos saludado al encontrarnos, pero alguna vez he tratado de hablar con sus doncellas, y antes de responder miraban a su señora.  Hace tiempo la más joven estaba hablando conmigo, salió su señora al rellano sorprendiéndola hablando, ella se calló al instante de verla, entro en la casa sin despedirse de mí, al cerrarse la puerta escuche como la regañaba, poco después pude oír azotes y  la escuche a ella llorar a mares durante bastante rato…  Mejor será que no nos demoremos, si no, vendrá a buscarnos…

     Carmen empezó andar hacia el salón acariciándose el trasero, Dae Sung la miro como se sobaba el culo sobre sus bragas blancas con florecillas rojas, caminando detrás de ella por el pasillo entraron al salón, llamando Carmen a la puerta antes a pesar de estar está abierta de par en par.

(Sra. Abba)  -.  Ya estáis aquí! Bien, esperad junto a la puerta en el pasillo hasta ser requeridas!  Le parece a usted bien, Sra. Matthew?  Primero desearía hablar con mi hija, en cuanto la Sra. Stuart la acompañe a nuestra presencia, deseo escuchar que explicaciones nos da le lo sucedido, antes de castigarla por su desliz en el ascensor!

(Sra. Matthew)  -.  Cuando se han abierto las puertas del ascensor en el vestíbulo, la he visto que tenía los muslos cruzados y mantenía sus manos apretándose la entrepierna, no comprendo que una joven de su edad sea tan descarada en público!

(Sra. Stuart)   -.  Sra. Abba, da usted su permiso?

(Sra. Abba)  -.  Ya está usted aquí! Bien acerca a mi hija a nosotras, va a tener que darnos muchas explicaciones…

     La Sra. Stuart entro al salón llevando de la mano izquierda a Soraya, la cual iba vestida con un corto vestidito amarillo.  Dae Sung y Carmen entraban tras ellas permaneciendo bajo el umbral de la puerta del salón, ambas observaban a la alta Sra. Stuart llevando a la pequeña Soraya, que al caminar a su lado parecía una chiquilla de doce años, pues apenas le llegaba algo más arriba de la cintura. Las dos doncellas la observaban como caminaba hacia su mamá y hacia la Sra. Matthew, pudiendo verle la parte baja de las braguitas ya que la corta falda del vestido ondulada, apenas se las cubría pudiendo ver que llevaba las braguitas blancas, con dibujos de flores con sus pétalos azules que resaltaban sobre unos tallos verdes con hojitas. Momento que Soraya se llevó la mano al trasero posándola sobre sus bragas, mirando de reojo hacia ellas con rostro triste sabiendo lo que la esperaba.

    La Sra. Abba al ver que ya estaban enfrente de ellas, llamo con la mano a Soraya, la cual fue hacia ella con pasos torpes y lentos hasta colocarse entre sus piernas, posando sus manos en las rodillas de mamá. Momento que su mamá le dio una palmada en el culo, al tiempo que la izaba del suelo por la cintura sentándola sobre sus piernas.

(Sra. Abba)  -.  Espero por tu bien mi niña, que tengas una buena explicación por lo sucedido.  La Sra. Matthew está muy enfadada por tu conducta, al igual que tu mamá también lo está contigo, ha sido algo bochornoso lo que ha ocurrido en el rellano.  Cuando papá se entere de lo sucedido, no me extrañaría que se saque el cinturón y té caliente el culo a base de bien, tienes suerte que no esté en casa, pues ha salido para encontrarse con tu hermanita Marisa.

(Sra. Matthew)   -.  Van ustedes a adoptar a otra niña? 

(Sra. Abba)   -.  Si Sra. Matthew.  En cuanto se solucionen unos pequeños problemillas, a los cuales esperamos se arreglen pronto.  La muchacha vive con unos familiares que la acogieron desde bebe, mientras la situación no cambie, no será posible adoptarla.  No podemos acogerla entre nosotros, mientras no cambien las cosas, ya que no podemos tolerar que se quede en la calle desamparada, en el caso de desear su marcha de esta casa.

(Sra. Matthew)  -.  Ustedes y sus prejuicios…

(Sra. Abba)  -.  Sra. Matthew, perdone pero eso no es el asunto por el que estamos en estos momentos.  Bien mi niña… que ha ocurrido para organizar semejante desastre y hacerme pasar por el bochorno y la vergüenza que he pasado?  Más te vale que nos des una buena excusa, si no deseas que se lo diga a tu papá cuando llegue a casa!!!

(Soraya)  -.  Mamá… no ha sido mi culpa, de haber sabido que iba a haber tanto tráfico a esas horas, habría ido al servicio antes de salir del trabajo.

(Sra. Matthew)   -.   Vaya sandez!!!  Ahora va a resultar que la culpa es del tráfico de la ciudad, a esta niña lo que le hace falta es una buena zurra!

(Sra. Abba)   -.   Soraya! Tendrás que esforzarte un poco más, porque a mí tampoco me convence esa excusa!

(Sra. Matthew)  -.  Esa explicación es la que daría una niña, pero para una jovencita de tu edad, esa no es una explicación creíble…  tiene que haber por fuerza un hecho más importante, para no ir al servicio cuando hay la necesidad, posponiéndolo o anteponiéndolo a una causa mayor… Jovencita yo a mi edad he vivido muchas situaciones, y no te creo ni una sola palabra de lo que has dicho…

     Soraya bajo la cabeza mirando al suelo, pues de ninguna manera podía decirle a mamá lo que había sucedido, pues ello sería darle la razón a la anciana Sra. Matthew, la cual había dado justo en el clavo.  Porque el motivo que había sido realmente, había sido por sus ansias de llegar a casa para presenciar el castigo a la preciosa Dae Sung.

(Sra. Abba)   -.  No bajes la mirada y responde a mamá!!!

(Sra. Matthew)   -.  Abba me acuerdo muy bien cuando solo eras una niña a mis ojos, cuando mi marido aún vivía, cuando hacías algo malo actuabas igual que esta niña, escondiendo la cara para que no te vieran que estabas mintiendo… y… ya sabes cuál era el resultado…  Esta niña no va hablar, porque el motivo real es tan vergonzoso para ella que no lo reconocerá… Lo que necesita es una buena azotaina para que aprenda…!!!  Yo te voy a enseñar a ti modales!!!

      La Sra. Matthew se puso en pie avanzando hacia Abba, agarrando a Soraya bajo las axilas la levanto de las rodillas de su mamá, cogiéndola en brazos como a una chiquilla, Soraya apoyaba su cabeza sobre el hombro de la Sra. Matthew, mientras esta la mantenía en brazos habiéndole pasado su brazo izquierdo bajo sus muslos,  llevándola en brazos hasta el otro extremo del salón, donde abriendo un armario extrajo un grueso cinturón, con él en su mano derecha volvió sobre sus pasos hacia el diván, sobre el cual puso su pie izquierdo apoyado, quedando así su rodilla flexionada en un ángulo de noventa grados, con la mano derecha se subió la falda para estar cómoda, tras lo cual ayudándose de su mano derecha bajo a Soraya posándola sobre su muslo izquierdo boca abajo, la corta falda ondulada del vestido de Soraya caía sobre su espalda, dejando bien expuesto su trasero revestido únicamente por las bragas blancas de algodón por encima de la cintura, resaltando en el culo de la joven los dibujos de flores con los pétalos azules y sus tallos verdes con pequeñas hojitas.   Doblando el cinturón en dos a la mitad del mismo, se enrollo en su mano dándole una vuelta, mientras en la palma de su mano sujetaba la hebilla y el extremo del cinturón.  Sin más empezaron a escucharse restallar los azotes del cinturón, mientras Soraya pataleaba alocadamente a cada azote que cruzaba su pequeño trasero, a pesar de llevar las bragas puestas poco podía mitigar el intenso escozor de los azotes.

    La Sra. Abba desde su posición podía contemplar como su niña, abría sus labios aullando de dolor al igual que sus lágrimas deslizarse por sus mejillas, dado que desde su posición veía la espalda de la Sra. Matthew y el rostro de la pequeña Soraya. En cambio la Sra. Stuart gozaba de una visión plena del trasero de Soraya, viendo como pataleaban sus piernas, o como sus nalgas se contraían a cada azote de la gruesa correa.  Al otro extremo del salón, Dae Sung tragaba con dificultad la saliva, aterrada viendo la tremenda zurra que Soraya estaba recibiendo, lamentándose de sus propias palabras de hacia tan solo unos minutos, al haber llamado a la Sra. Matthew una dulce ancianita. Solo había que ver como sujetaba a Soraya únicamente con su brazo izquierdo sobre su muslo, así como la maestría que demostraba al usar el grueso cinturón, azotando con fuerza el culo de la joven Soraya.

    Soraya sintió como era depositada sobre el diván, dejándola de rodillas en el suelo posando su cuerpo sobre el diván, mientras sus dos manos se posaban en su dolorido trasero, subiendo y bajando lentamente las palmas de sus manos sobre su ardiente trasero.  La Sra. Matthew dejo el cinturón al lado del cuerpo de Soraya, dirigiéndose con pasos firmes hacia donde se hallaban las dos doncellas, cogiendo a ambas de sus brazos las condujo hasta el extremo de la mesa del salón, justamente donde se encontraba la Sra. Stuart a la cual hizo sujetar a Carmen, mientras ella separando una silla de la mesa, tomo asiento en ella acomodando sobre sus rodillas a Dae Sung, levantándole la corta falda tableada de su uniforme de doncella, para pasar los dedos de sus manos bajo la camisola, buscando la cinturilla de las braguitas las cuales se las bajo hasta las rodillas.  Comenzando a darle fuertes azotes con su mano derecha, los cuales fueron acusados por Dae Sung, al estar claramente dolorida por la azotaina de toma de contacto, poniéndose a llorar a los veinte primeros azotes.

     La Sra. Abba percatándose de que la Sra. Matthew daba síntomas de agotamiento por la edad, le hizo un claro gesto a su Ama de Llaves la cual interpreto lo que deseaba decir, agarrando a Carmen la coloco sobre sus rodillas levantándole la falda y bajándole acto seguido sus bragas, dándole a Carmen una azotaina con la mano.  La Sra. Stuart cuando Carmen pataleaba alocadamente llorando, se detuvo dejando incorporar a la doncella.  Al ponerse en pie el Ama de Llaves, vio que la Sra. Mathew seguía dándole azotes a la joven Dae Sung, que se retorcía sobre su regazo por el intenso fuego en su trasero.  Tuvo que detenerla la Sra. Abba poniéndose en pie yendo hacia ella, siendo necesario sujetarle la mano para que cesara de azotar a la pequeña doncella.

(Sra. Abba)   -.  Sra. Matthew ya es suficiente para esta pobre muchacha, su falta no ha sido tan grave para recibir una azotaina severa…

(Sra. Matthew)   -.  Como se atreve a detenerme!!!  Yo sé muy bien cuando es suficiente castigo!!!

(Sra. Abba)   -.  Baje ese tono conmigo Sra. Matthew!  Esta usted en mi casa!!!

(Sra. Matthew)   -.  Esto no se quedara así… hablare con su marido en cuanto llegue!!! 

(Sra. Abba)  -.   Puede usted hacer lo que guste o considere mejor, pero en esta casa soy yo quien manda!!!  Y he dicho que ya basta!!!

 

(Continuará…)

 

 

3 comentarios:

  1. Hola! Me alegra mucho que hayas continuado, es mi historia favorita. La señora vecina me sorprendio, no esperaba que Abba dejara que castigara a Soraya y me gusto la nueva chica y me gusta tambien la idea de que si adopten a Marisa!

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  2. Hola de nuevo Lu! Hay personas que no les gusta mis historias porque son muy largas, es comprensible que piensen de ese modo. Yo al escribir mis historias no lo hago como una de mis protagonistas, en mi caso soy spanker. Por lo que al escribir lo hago refiriéndome a "juegos de rol", cada una de mis historias son "Roles" y en un "rol" pueden vivirse varias escenas en si mismo en una sola historia, por ello mis protagonistas viven varias circunstancias, hechos que muchas personas pueden fantasear con esas fantasías. Estoy acabando un nuevo capitulo, y en dicho capitulo estoy preparando hechos para que Marisa pueda ser adoptada, aunque claramente puede que me exceda al escribir esos hechos, para dar un argumento mas o menos creíble dentro de si misma para la historia.

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    1. Bueno a mi me encantan que sean capitulos largos, porque se que no es facil actualizar seguido entonces con capitulos largos puedo leer mas jajaja y se entiende mucho mas la historia y subhistorias. Ya estoy ansiosa por leer como sigue!

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