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martes, mayo 24, 2022

SORAYA Y SU NUEVO HOGAR Capitulo 13

 

                                     SORAYA Y SU NUEVO HOGAR   Capitulo 13

                                                       La Sra. Mattew

 

 

     Era la hora de volver a casa, Soraya estaba ansiosa por llegar a casa tras acabar una larguísima jornada laboral, se había pasado toda la mañana pensando en la preciosa Dae Sung, sentía deseos de poder ver como la Sra. Stuart la colocaba sobre sus rodillas.   Salió de la oficina caminando a buen paso por los pasillos hasta llegar al ascensor, de alguna manera que no se explicaba del porqué, le gustaba sentir aquellas molestias al caminar, sentir como sus nalgas se agitaban a cada paso, el andar a paso ligero le provocaba dolor en el culo,  produciéndole muchas sensaciones agradables, al igual que aquellos malditos pinchacitos que parecían picaduras de avispa, por no decir el roce de sus braguitas en sus nalgas, aliviando aquella agradable molestia pasándose la mano sobre la falda, acariciándose el trasero disimuladamente, dado que tras ella iban otras compañeras y compañeros, o tener la necesidad de estirar el elástico de las braguitas a través de la falda, haciéndolo muy disimuladamente para no despertar sospechas,  una vez salió del edificio al hallarse en plena calle mezclándose entre la gente, al ser una hora que muchas salían de sus trabajos, aunque nada podía hacer ante el roce más íntimo, el fondillo de sus braguitas de paño  se movía a cada paso que avanzaba, sobre todo resultaba agradable al ser más íntimo al bajar o subir escaleras, acariciándole los labios sensibles por la excitación que tenía al mojar el fondillo de sus braguitas toda la jornada, por lo cual el tener el sexo  depilado hacia que el contacto con el fondillo de sus braguitas fuera agradable.  Anhelaba llegar a casa lo más temprano posible, hubiera preferido volver a casa caminando, para así continuar disfrutando de aquellas caricias en su trasero que resultaban una delicia, pero debía obedecer a su papas, estaba lo bastante dolorida como para  no desear que la volvieran a castigar esa mañana  por desobedecerles.

     Al doblar la esquina de la avenida dejando atrás a sus compañeros, vio que ya se encontraba el vehículo estacionado con el conductor esperándola, un grupo de jóvenes la silbaron al verla doblar la esquina,  había girado hacia la derecha bruscamente, sin tener en cuenta la brisa que hacía a esas horas, levantándosele la falda por completo al pasar sobre la rejilla de ventilación del metro, dejando entrever claramente a los jóvenes sus bragas blancas con dibujos de margaritas, aunque rápidamente se aliso el vuelo de la falda, sus mejillas se ruborizaron tras escuchar los silbidos de los muchachos y sus piropos atrevidos, maldiciéndose así misma por no haber tenido más cuidado al pasar sobre la reja del metro, aunque una ligera sonrisa apareció en sus labios al recordarle la escena en una película de Marilyn Monroe, por fortuna para ella el vehículo que la esperaba para llevarla a casa estaba en la misma esquina, subiéndose abruptamente tomando asiento en él, sin tener en cuenta las consecuencias al sentarse, saliendo de sus labios un “Auuuuu” que no le pasó desapercibido al conductor, aunque este, al ser  un hombre mayor de unos sesenta años no hizo, ni dijo nada al estar ya habituado a esas situaciones.

     Ya puesto en marcha el vehículo estando más relajada, le vinieron a la mente los pensamientos de unos minutos antes, cuando aún se encontraba sentada en su mesa de trabajo, en los cuales pensaba en  pasarse por el servicio de las chicas, pero al bajar en el ascensor acompañada por sus compañeras, tal pensamiento se le paso por alto al ir escuchando sus comentarios, así como ella misma respondiéndoles despidiéndose de ellas.  Viendo como algunas de ellas se dirigían hacia los servicios, las cuales al ir por delante de ella, pensó que de ir también debería de esperar a su turno, pero en esos momentos en su mente solamente le rondaba una idea,  ver a la preciosa Dae Sung recibiendo su azotaina, por lo que pensando rápidamente, prefirió dejarlo para ir al servicio al llegar a casa.

     Pero… Soraya no había contado lo que iba a tardar en llegar, este era el primer día que iba en coche a casa desde el trabajo, andando habría llegado mucho antes sin duda alguna, dado que el tráfico a esas horas era muy intenso. Las molestias que sentía en su trasero, la olvido en esos instantes al sentir una molestia en su vientre, la bebida que había tomado comiendo, estaba haciendo sus respectivos efectos, motivando ser acuciante las ganas por ir al servicio, llegando a maldecir en voz baja por la tardanza en llegar a casa, dado que la vejiga le estaba molestando causando hasta dolor de vientre, juntando los muslos deseaba llegar cuanto antes a casa.  

      Al salir del vehículo una vez estacionado en el parking subterráneo del edificio,  ya  dentro del ascensor al no ser observada por nadie, cruzo sus muslos apretándolos uno contra otro llevándose ambas manos a su entrepierna, iba a llegar demasiado justo al piso once, en el cual Vivian sus nuevos papas. Iba mirando al marcador digital que indicaba el piso que se hallaba según subía,…Parking C,… Parking B,… Parking A,…Entresuelo,… Vestíbulo 0,… cuando este se detuvo en el vestíbulo, entrando en el ascensor una mujer mayor a la cual no conocía de nada. Avergonzada que la hubiera podido ver con los muslos cruzados y encogida por las molestias que sentía en el vientre, viéndose obligada a separar las piernas disimulando, así como ponerse derecha con rapidez. La mujer al entrar… la saludo educadamente con buenas tardes, pero Soraya apretando sus labios no dijo nada, pues de hacerlo su concentración en apretar el sexo habría provocado el desastre. La señora quedo sorprendida al no ser correspondida por la joven, pasando a estar claramente airada al no recibir respuesta a su saludo, haciendo notar su enfado, comenzó a regañarla que en sus tiempos se educaba mejor a las jovencitas, amenazándola con subir con ella hasta casa para quejarse a sus papas, de su mala conducta y falta de educación.   Soraya se dio cuenta que la situación se le ponía mal para ella, debía responder rápidamente disculpándose ante la señora, estaba segura que la comprendería al conocer el motivo de no hablar.

     Pero… al ir a decir algo, sintió como el pis se le escapaba bajándole entre sus muslos, apareciendo al momento un pequeño charco alrededor de sus pies, la señora al ver el suelo del ascensor trato de apartarse de ella para no mojar sus zapatos, en esos momentos la señora increpaba a Soraya de muy malas maneras, sobre todo la mala educación y la poca vergüenza de la joven. Gritos que hicieron que al llegar al llegar al piso once y abrirse las puertas, que los vecinos abrieran sus puertas alarmados, Soraya deseo en ese momento que se la tragase la tierra, al ver como una de las puertas aparecía su mamá, la Sra. Abba. La cual al ver lo que sucedía fue a buen paso hacia ella, sorprendiendo a la propia  Soraya al verse inclinada hacia adelante, siendo su pequeño cuerpo colocado bajo el brazo izquierdo de su mamá, así con el cuerpo bajo el brazo sintió como su falda era izada, sintiendo como su trasero sentía la corriente de aire al quedarse en braguitas y pocos segundos después sentía como le bajaba las bragas ante la señora mayor, sintiendo los primero azotes en el dolorido culo, solamente fueron una veintena de azotes bien dados que resonaron en las paredes, pudiendo ser escuchados por los vecinos de todos y cada uno de los once pisos del edificio, dado que el resonar del eco de los azotes, estos pudieron escucharse con claridad al resonar por el hueco de las escaleras,  haciendo que resonaran expandiéndose por las ondas. Pero los vecinos que había hecho acto de presencia en el rellano, no perdieron detalle observando sonrientes, como la joven recibía los azotes. Soraya sintió  como era agarrada del lóbulo de la oreja izquierda, haciéndola entrar en la casa trastabillando con los pies, al llevar sus braguitas mojadas de orina bajadas  en sus tobillos, una vez dentro del recibidor de la entrada, la Sra. Stuart apareció de la nada.

(Sra. Abba)  -.   Sra. Stuart llévese a esta desvergonzada al baño, cuando la haya aseado y vestido me la sube al salón, donde estaré aguardándola para darle su merecido. Envíame a Carmen!!! Para que arregle el desaguisado que ha formado la niña en el ascensor, y el rellano… esta cochina!!! Lo mojado todo la muy sinvergüenza!!!

     La Sra. Stuart agarro a Soraya por la cintura cogiéndola por sorpresa, cuando se quiso dar cuenta se vio en volandas bajo el fuerte brazo de la Sra. Stuart, viéndose colgando asida por el brazo izquierdo, posición en la que podía ver por debajo de su propio cuerpo, como los vecinos en coro hablando a la Sra. Abba, la veían como mostraba su culo desnudo así como las braguitas blancas con los dibujos de margaritas, por lo que con su mano izquierda trato de bajarse la falda para cubrir sus vergüenzas a las miradas. Al entrar a la habitación fue llevada al baño, donde fue desnudada por la Sra. Stuart dejándola a solas metida en la bañera.

(Sra. Stuart)   -. Enseguida vuelvo a bañarte, cochina!!!  Voy avisar a Carmen para que salga a fregar el suelo. Tu mamá te arreglara a base de bien por el bochorno que le estas causando!!! -. La Sra. Stuart al salir de la habitación se encontró con la nueva doncella. -. Ah! Dae Sung estas aquí! Ves al armario de los utensilios de limpieza y coge la fregona, luego sales al rellano a fregar el desaguisado que ha liado la hija de los señores!!!

     Salía cargada con el cubo y la fregona, una vez lleno de agua con lejía en la mano derecha, llevando en la izquierda la fregona cuando se cruzó en el pasillo con Carmen.  Al verla ir cargada salió con ella para ayudarla, Carmen tenía la orden de la Sra. Abba de enseñar a Dae Sung, por tal motivo salió con ella al rellano, al ver a la muchedumbre que se encontraba en el rellano, dado que  el escándalo había hecho subir a otros vecinos curiosos. Las dos doncellas se miraron entre sí, abochornadas al poder ver a cerca de diez mujeres de entre los cuarenta o sesenta años y otros tantos de hombres maduros, que al verlas aparecer con sus cortas faldas no perdían detalle al ser visibles sus braguitas, al inclinarse para dejar el cubo en el suelo la preciosa Dae Sung, o como Carmen al mojar el mocho al introducirlo en el cubo, o poco después al inclinarse con la fregona en mano para ponerse a fregar el suelo del rellano, avergonzadas al saberse observadas sabiendo que su corta falda tableada,  dejaba a sus obscenas miradas de los hombres el estado de su trasero,  pudiendo verles las braguitas a las dos doncellas, así como sus dibujos variados de florecillas verdes o florecillas azules, además inocentemente mostraban el estado de sus traseros, muy colorado en el caso de Dae Sung y claras marcas moradas en Carmen bajo el ribete de las perneras de las braguitas, la parte baja e inicio de sus muslos colorados en ambas doncellas.

    La Sra. Abba conversaba con la vecina de setenta años que había subido con Soraya, disculpándose por lo sucedido,  prometiéndole que no volvería a suceder un hecho similar en lo sucesivo. Dado que la Señora no hacía más que recordarle que en sus tiempos eso no sucedía, aparte de la falta de respeto hacia ella por parte de la joven, indicando una y otra vez que esperaba unas disculpas inmediatas de la joven desvergonzada…

(Sra. Abba)   -.  Sra. Matthew lamento lo sucedido, le ruego que me acompañe al interior y usted misma pueda ver el correctivo! -. En ese instante uno de los curiosos intervino, lo cual hizo que la Sra. Abba se girase hacia los demás curiosos quedando sorprendida al ver a tantos tras ella, observando que sus lascivas miradas prestaban más atención a sus doncellas… Siendo la propia Sra. Matthew quien interviniera indignada…

(Sra. Matthew)   -.  Serán ustedes puercos!!!  Que son esas miradas al servicio!!! Es que no tienen decencia? Sinvergüenzas se les debería caer esos rostros de cerdos lascivos, y ustedes vuelvan a sus casas marujas indecentes!!!  Aquí no tienen nada que hacer, ni nada que ver…

     Rostros avergonzados por las palabras de la Sra. Matthew desfilaron escaleras abajo, en breve el rellano quedo despejado, quedándose únicamente  la Sra. Matthew y la Sra. Abba, que en esos momentos regañaba a sus empleadas. Las dos jóvenes doncellas tenían sus rostros claramente colorados por la vergüenza, ya que veían como las estaban devorando con las miradas los hombres, pero ninguna de las dos se había mostrado indignada haciendo conocer los hechos a su señora y por ello estaban siendo regañadas las dos.

(Sra. Abba)   -.  Carmen que te tengo dicho que debes hacer cuando atraviesas esa puerta!!! Que si hay chismosos debes hacérmelo saber, vuestro vestuario es el requerido dentro de la casa, pero fuera de esa puerta para fregar la escalera debes ponerte una bata que cubra las vergüenzas!!!

(Carmen)   -. Perdón Sra. Abba, he visto a Dae Sung que salía y he salido a ayudarla, desconocía que había ocurrido en el rellano…

(Sra. Matthew)   -. Esa no es una respuesta adecuada jovencita, debías de haberla hecho entrar de nuevo a poneros una bata, mis doncellas en casa van vestidas con ese mismo vestuario, pero jamás se atreverían a salir al rellano sin cubrirse adecuadamente!!! Si cualquiera de mis doncellas saliera de esa guisa al rellano, esa noche se irían a dormir bien calentitas a la cama!!!

(Sra. Abba)   -. Tiene usted toda la razón Sra. Matthew… Entrad a poneros una bata inmediatamente, cuando acabéis de fregar este desaguisado os espero en el salón, esto no quedara así para ninguna de vosotras dos. Dae Sung es tu primer día de trabajo en la casa, y después de haber pasado la prueba de rigor en el día de hoy, yo misma te he informado de cómo no se debe salir de casa, al haber sido convenientemente informada, vas a recibir tu primer castigo real!!!

(Sra. Matthew)  -.  Es su primer día?  Me encantaría poder encargarme de esta preciosidad de muchachita!

(Sra. Abba)   -.  Pasemos al interior Sra. Matthew!  Carmen!  Acabad rápido y subid al salón.

    Dae Sung miraba a Carmen mientras estaban terminando de limpiar el rellano y el ascensor, poco después entraban cerrando la puerta de la entrada, despojándose de las batas colgándolas en el armario de recibidor, destinado a útiles del servicio. Mirándose la una a la otra con rostro de resignación, dado que Carmen sabía bien lo que las esperaba en el salón.

(Dae Sung)   -.  Tan malo va a ser?

(Carmen)   -.  Hace dos horas que te han hecho la toma de contacto como les gusta llamarle a la primera azotaina… Que te ha parecido?  Yo no estaba presente en el salón, pero conozco a la Sra. Stuart, has llorado verdad?

(Dae Sung)   -.  Sí, es que me ha dolido de verdad el culo, su mano parece ser de madera, con que fuerza pega la Sra. Stuart!!!

(Carmen)   -.  Vas a tener suerte al ser la primera falta que cometes, y el hecho que no sea muy grave puede que no sea muy severa la Señora.

(Dae Sung)   -.  Pero la señora de al lado ha mencionado que le gustaría encargarse de mi ella, tú crees que la dejara la señora?

(Carmen)   -.  Tú quieres que sea ella?

(Dae Sung)   -.  Es una ancianita muy dulce, me recuerda a  mi abuelita, ella vive en Seúl y no la veo desde que era muy pequeña, antes de venir con mis padres a vivir aquí.

(Carmen)   -.  No la conozco apenas, solamente me la he encontrado en el ascensor alguna vez con sus doncellas, y solamente nos hemos saludado al encontrarnos, pero alguna vez he tratado de hablar con sus doncellas, y antes de responder miraban a su señora.  Hace tiempo la más joven estaba hablando conmigo, salió su señora al rellano sorprendiéndola hablando, ella se calló al instante de verla, entro en la casa sin despedirse de mí, al cerrarse la puerta escuche como la regañaba, poco después pude oír azotes y  la escuche a ella llorar a mares durante bastante rato…  Mejor será que no nos demoremos, si no, vendrá a buscarnos…

     Carmen empezó andar hacia el salón acariciándose el trasero, Dae Sung la miro como se sobaba el culo sobre sus bragas blancas con florecillas rojas, caminando detrás de ella por el pasillo entraron al salón, llamando Carmen a la puerta antes a pesar de estar está abierta de par en par.

(Sra. Abba)  -.  Ya estáis aquí! Bien, esperad junto a la puerta en el pasillo hasta ser requeridas!  Le parece a usted bien, Sra. Matthew?  Primero desearía hablar con mi hija, en cuanto la Sra. Stuart la acompañe a nuestra presencia, deseo escuchar que explicaciones nos da le lo sucedido, antes de castigarla por su desliz en el ascensor!

(Sra. Matthew)  -.  Cuando se han abierto las puertas del ascensor en el vestíbulo, la he visto que tenía los muslos cruzados y mantenía sus manos apretándose la entrepierna, no comprendo que una joven de su edad sea tan descarada en público!

(Sra. Stuart)   -.  Sra. Abba, da usted su permiso?

(Sra. Abba)  -.  Ya está usted aquí! Bien acerca a mi hija a nosotras, va a tener que darnos muchas explicaciones…

     La Sra. Stuart entro al salón llevando de la mano izquierda a Soraya, la cual iba vestida con un corto vestidito amarillo.  Dae Sung y Carmen entraban tras ellas permaneciendo bajo el umbral de la puerta del salón, ambas observaban a la alta Sra. Stuart llevando a la pequeña Soraya, que al caminar a su lado parecía una chiquilla de doce años, pues apenas le llegaba algo más arriba de la cintura. Las dos doncellas la observaban como caminaba hacia su mamá y hacia la Sra. Matthew, pudiendo verle la parte baja de las braguitas ya que la corta falda del vestido ondulada, apenas se las cubría pudiendo ver que llevaba las braguitas blancas, con dibujos de flores con sus pétalos azules que resaltaban sobre unos tallos verdes con hojitas. Momento que Soraya se llevó la mano al trasero posándola sobre sus bragas, mirando de reojo hacia ellas con rostro triste sabiendo lo que la esperaba.

    La Sra. Abba al ver que ya estaban enfrente de ellas, llamo con la mano a Soraya, la cual fue hacia ella con pasos torpes y lentos hasta colocarse entre sus piernas, posando sus manos en las rodillas de mamá. Momento que su mamá le dio una palmada en el culo, al tiempo que la izaba del suelo por la cintura sentándola sobre sus piernas.

(Sra. Abba)  -.  Espero por tu bien mi niña, que tengas una buena explicación por lo sucedido.  La Sra. Matthew está muy enfadada por tu conducta, al igual que tu mamá también lo está contigo, ha sido algo bochornoso lo que ha ocurrido en el rellano.  Cuando papá se entere de lo sucedido, no me extrañaría que se saque el cinturón y té caliente el culo a base de bien, tienes suerte que no esté en casa, pues ha salido para encontrarse con tu hermanita Marisa.

(Sra. Matthew)   -.  Van ustedes a adoptar a otra niña? 

(Sra. Abba)   -.  Si Sra. Matthew.  En cuanto se solucionen unos pequeños problemillas, a los cuales esperamos se arreglen pronto.  La muchacha vive con unos familiares que la acogieron desde bebe, mientras la situación no cambie, no será posible adoptarla.  No podemos acogerla entre nosotros, mientras no cambien las cosas, ya que no podemos tolerar que se quede en la calle desamparada, en el caso de desear su marcha de esta casa.

(Sra. Matthew)  -.  Ustedes y sus prejuicios…

(Sra. Abba)  -.  Sra. Matthew, perdone pero eso no es el asunto por el que estamos en estos momentos.  Bien mi niña… que ha ocurrido para organizar semejante desastre y hacerme pasar por el bochorno y la vergüenza que he pasado?  Más te vale que nos des una buena excusa, si no deseas que se lo diga a tu papá cuando llegue a casa!!!

(Soraya)  -.  Mamá… no ha sido mi culpa, de haber sabido que iba a haber tanto tráfico a esas horas, habría ido al servicio antes de salir del trabajo.

(Sra. Matthew)   -.   Vaya sandez!!!  Ahora va a resultar que la culpa es del tráfico de la ciudad, a esta niña lo que le hace falta es una buena zurra!

(Sra. Abba)   -.   Soraya! Tendrás que esforzarte un poco más, porque a mí tampoco me convence esa excusa!

(Sra. Matthew)  -.  Esa explicación es la que daría una niña, pero para una jovencita de tu edad, esa no es una explicación creíble…  tiene que haber por fuerza un hecho más importante, para no ir al servicio cuando hay la necesidad, posponiéndolo o anteponiéndolo a una causa mayor… Jovencita yo a mi edad he vivido muchas situaciones, y no te creo ni una sola palabra de lo que has dicho…

     Soraya bajo la cabeza mirando al suelo, pues de ninguna manera podía decirle a mamá lo que había sucedido, pues ello sería darle la razón a la anciana Sra. Matthew, la cual había dado justo en el clavo.  Porque el motivo que había sido realmente, había sido por sus ansias de llegar a casa para presenciar el castigo a la preciosa Dae Sung.

(Sra. Abba)   -.  No bajes la mirada y responde a mamá!!!

(Sra. Matthew)   -.  Abba me acuerdo muy bien cuando solo eras una niña a mis ojos, cuando mi marido aún vivía, cuando hacías algo malo actuabas igual que esta niña, escondiendo la cara para que no te vieran que estabas mintiendo… y… ya sabes cuál era el resultado…  Esta niña no va hablar, porque el motivo real es tan vergonzoso para ella que no lo reconocerá… Lo que necesita es una buena azotaina para que aprenda…!!!  Yo te voy a enseñar a ti modales!!!

      La Sra. Matthew se puso en pie avanzando hacia Abba, agarrando a Soraya bajo las axilas la levanto de las rodillas de su mamá, cogiéndola en brazos como a una chiquilla, Soraya apoyaba su cabeza sobre el hombro de la Sra. Matthew, mientras esta la mantenía en brazos habiéndole pasado su brazo izquierdo bajo sus muslos,  llevándola en brazos hasta el otro extremo del salón, donde abriendo un armario extrajo un grueso cinturón, con él en su mano derecha volvió sobre sus pasos hacia el diván, sobre el cual puso su pie izquierdo apoyado, quedando así su rodilla flexionada en un ángulo de noventa grados, con la mano derecha se subió la falda para estar cómoda, tras lo cual ayudándose de su mano derecha bajo a Soraya posándola sobre su muslo izquierdo boca abajo, la corta falda ondulada del vestido de Soraya caía sobre su espalda, dejando bien expuesto su trasero revestido únicamente por las bragas blancas de algodón por encima de la cintura, resaltando en el culo de la joven los dibujos de flores con los pétalos azules y sus tallos verdes con pequeñas hojitas.   Doblando el cinturón en dos a la mitad del mismo, se enrollo en su mano dándole una vuelta, mientras en la palma de su mano sujetaba la hebilla y el extremo del cinturón.  Sin más empezaron a escucharse restallar los azotes del cinturón, mientras Soraya pataleaba alocadamente a cada azote que cruzaba su pequeño trasero, a pesar de llevar las bragas puestas poco podía mitigar el intenso escozor de los azotes.

    La Sra. Abba desde su posición podía contemplar como su niña, abría sus labios aullando de dolor al igual que sus lágrimas deslizarse por sus mejillas, dado que desde su posición veía la espalda de la Sra. Matthew y el rostro de la pequeña Soraya. En cambio la Sra. Stuart gozaba de una visión plena del trasero de Soraya, viendo como pataleaban sus piernas, o como sus nalgas se contraían a cada azote de la gruesa correa.  Al otro extremo del salón, Dae Sung tragaba con dificultad la saliva, aterrada viendo la tremenda zurra que Soraya estaba recibiendo, lamentándose de sus propias palabras de hacia tan solo unos minutos, al haber llamado a la Sra. Matthew una dulce ancianita. Solo había que ver como sujetaba a Soraya únicamente con su brazo izquierdo sobre su muslo, así como la maestría que demostraba al usar el grueso cinturón, azotando con fuerza el culo de la joven Soraya.

    Soraya sintió como era depositada sobre el diván, dejándola de rodillas en el suelo posando su cuerpo sobre el diván, mientras sus dos manos se posaban en su dolorido trasero, subiendo y bajando lentamente las palmas de sus manos sobre su ardiente trasero.  La Sra. Matthew dejo el cinturón al lado del cuerpo de Soraya, dirigiéndose con pasos firmes hacia donde se hallaban las dos doncellas, cogiendo a ambas de sus brazos las condujo hasta el extremo de la mesa del salón, justamente donde se encontraba la Sra. Stuart a la cual hizo sujetar a Carmen, mientras ella separando una silla de la mesa, tomo asiento en ella acomodando sobre sus rodillas a Dae Sung, levantándole la corta falda tableada de su uniforme de doncella, para pasar los dedos de sus manos bajo la camisola, buscando la cinturilla de las braguitas las cuales se las bajo hasta las rodillas.  Comenzando a darle fuertes azotes con su mano derecha, los cuales fueron acusados por Dae Sung, al estar claramente dolorida por la azotaina de toma de contacto, poniéndose a llorar a los veinte primeros azotes.

     La Sra. Abba percatándose de que la Sra. Matthew daba síntomas de agotamiento por la edad, le hizo un claro gesto a su Ama de Llaves la cual interpreto lo que deseaba decir, agarrando a Carmen la coloco sobre sus rodillas levantándole la falda y bajándole acto seguido sus bragas, dándole a Carmen una azotaina con la mano.  La Sra. Stuart cuando Carmen pataleaba alocadamente llorando, se detuvo dejando incorporar a la doncella.  Al ponerse en pie el Ama de Llaves, vio que la Sra. Mathew seguía dándole azotes a la joven Dae Sung, que se retorcía sobre su regazo por el intenso fuego en su trasero.  Tuvo que detenerla la Sra. Abba poniéndose en pie yendo hacia ella, siendo necesario sujetarle la mano para que cesara de azotar a la pequeña doncella.

(Sra. Abba)   -.  Sra. Matthew ya es suficiente para esta pobre muchacha, su falta no ha sido tan grave para recibir una azotaina severa…

(Sra. Matthew)   -.  Como se atreve a detenerme!!!  Yo sé muy bien cuando es suficiente castigo!!!

(Sra. Abba)   -.  Baje ese tono conmigo Sra. Matthew!  Esta usted en mi casa!!!

(Sra. Matthew)   -.  Esto no se quedara así… hablare con su marido en cuanto llegue!!! 

(Sra. Abba)  -.   Puede usted hacer lo que guste o considere mejor, pero en esta casa soy yo quien manda!!!  Y he dicho que ya basta!!!

 

(Continuará…)

 

 

viernes, mayo 20, 2022

MI ABUELO MATERNO Capitulo 20

 

 

                                     MI ABUELO MATERNO    Capitulo 20

 

     La Sra. Penélope y Tía Ingrid hablaban entre ellas de los tres últimos días, Penélope estaba teniendo sensaciones que jamás había vivido como mujer amante de la disciplina,  siempre después de ser disciplinada por la propia Tía Ingrid, no tenía a nadie con quien compartir la experiencia, dado que entre ellas mismas nunca se habían podido expresar de sus sentimientos y vivencias, Penélope siempre había tenido mucha amistad con el matrimonio Adams, sobre todo al ser Tía Ingrid lo que se suele denominar su Spanker, siendo conducida por su propio marido el Dr. Johnson a casa de los Adams  para ser castigada.

   Tía Ingrid en tales situaciones su comportamiento hacia ella, era como disciplinadora regañándola por sus faltas cometidas causantes del correctivo recibido, tanto antes del correctivo, durante y después del mismo. Tenía claro conocimiento que Susana y la propia Sonia eran disciplinadas al igual que ella misma por el matrimonio Adams, pero a Penélope le daba vergüenza expresarse ante ellas, aunque las chicas como ella las llamaba apenas les diferenciaban unos diez años de edad, para ella eran como unas niñas a su lado sobre todo por la forma que iban vestidas, con vestidos muy cortos mostrando sus bragas coloridas con dibujos casi infantiles,  a pesar de sus treinta y dos años de edad, con tal vestimenta parecían unas chiquillas de doce años.

     Experimentaba por primera vez la complicidad entre iguales, encontrándose en situaciones esos tres últimos días ambiguas, siendo las dos mujeres castigadas sobre las rodillas de sus respectivos maridos, el poder contemplarse la una a la otra con la falda levantada y sus bragas bajadas, ambas recibiendo una severa azotaina y ambas llorando como chiquillas, siendo la mayor de ellas Tía Íngrid a sus sesenta y cinco años, o ella misma a sus cerca de los cincuenta.

      Se encontraban en el porche de la entrada a la casa, en unas hamacas tomando el sol, llevaban como vestimenta la parte superior del bikini, y como conjunto una falda corta, tableada blanca  por motivos obvios dado el estado de sus traseros, se les apreciaba claramente la parte baja de sus nalgas, así como el inicio de sus mulos claramente marcados por los azotes recibidos, ello era simplemente por precaución en el caso que las chicas hicieran acto de presencia, y de ser así no se pudieran percatar del estado de sus traseros.  Teniendo la moderación de no mostrarse demasiado atrevidas, mientras en la parte superior llevaban las dos un bikini muy atrevido, por el cual ambas fueron censuradas por sus respectivos  cónyuges al verlas salir de la casa, por mostrar más de lo debido sus voluptuosos senos, aunque aceptaron de mal agrado su explicación dada por ellas, dado que deseaban aprovechar el buen día que hacia esa mañana de domingo de pascua, aprovechando para  ponerse morenas al sol, el calor del sol irradiaba sobre sus cuerpos, siendo casi similar al calor que sentían como emanaba  de sus traseros.

     Al salir esa misma mañana de sus habitaciones, fueron ambas damas reprendidas por sus maridos, pues al bajar las escaleras a pesar de llevar las cortas faldas tableadas blancas, ellos al verlas aparecer las regañaron por la parte superior del bikini, pero al bajar las escaleras fue visible a sus miradas la escasa braguita del mismo, siendo las dos mujeres agarradas al pie de las escaleras, dobladas hacia adelante e inclinadas bajo sus fuertes brazos siéndoles bajadas la escasa  braguita tipo tanga del bikini, acabando ambas recibiendo una fuerte azotaina con la mano, siendo las dos obligadas a subir de nuevo a ponerse unas bragas, especificándoles que por su travesura debían ponerse ropa interior de Susana o de Sonia, aunque para Tía Íngrid no fuera necesario dado que disponía de esas prendas, por el fetichismo de su marido que se las hacia utilizar. En cambio para Penélope al ser más esbelta, tuvo que proporcionarle Tía Ingrid unas braguitas de Sonia. El llevar puestas unas bragas de algodón, ya que ambas habían sido castigadas esa misma mañana  por sus maridos, teniendo que llevarlas por orden explicita de ellos, el tejido de algodón al ser menos liviano impedía transpirar la piel e impedir el liberar el intenso fuego de sus nalgas, por el cual ambas mujeres se acariciaban el culo al hallarse  a solas, hablando de cómo se encontraban sintiendo ese intenso fuego, así como comparando el color de sus nalgas, siendo sorprendidas sobándose e acariciándose el culo sobre la prenda intima. 

     En ese momento salían los hombres con unos aperitivos en las manos, unos Martini, así como unas patatas fritas, aceitunas y unas gambas cocidas a la sal para acompañar las bebidas, pillando infraganti a las dos Damas sobándose el trasero por encima de sus bragas, pero la visión resultaba tan hermosa que ninguno de ellos les dijo nada al respecto, permaneciendo en el umbral de la puerta observándolas y escuchando lo que hablaban entre ellas creyéndose a solas, escuchando como comparaban el dolor del culo, así como el color rojo intenso de sus nalgas.  Satisfechos de lo escuchado de las traviesas esposas, aparecieron ante ellas hablando en voz alta para que supieran que salían, aunque habían permanecido varios minutos escuchando lo que hablaban entre ellas, viéndolas como se reían al referirse a la azotaina que habían recibido esa mañana, por bajar las escaleras vestidas de forma indecorosa con el tanga del bikini, escuchándolas al referirse a esa prenda, dado que la ingeniosa idea de ponérsela había sido de Ingrid, con la intención de provocar a sus maridos obligándoles a actuar, recriminándoles la conducta acabando dándoles una azotaina y las dos damas reían aduciendo que se habían salido con la suya.

(Sr.  Williams)  -. Creéis que hemos hecho bien dejar salir de paseo por el pueblo a las chicas?

     Las dos señoras al escuchar las voces, se arreglaron las braguitas estirando las perneras ajustándoselas correctamente y bajándose sus escasas faldas que al estar tumbadas apenas cubrían su ropa interior.

(Tía Ingrid)  -. Williams! En los días que llevan en la casa no les hemos permitido salir… Las amigas de Sonia han venido a verla en sus vacaciones, lo lógico era dejarlas salir a visitar el pueblo, dado que hoy es su último día y mañana regresan a sus casas. Imagino que verán la procesión de la Virgen la patrona del pueblo que es preciosa, se pasan todo el año confeccionando a mano el entarimado que la acompaña, así como las cuatro hermandades desfilan con sus trajes de romanos y cristianos, con los penitentes con sus capirotes puntiagudos, sus túnicas y capas .  Resulta ser un evento precioso y muy esperado  en esta época, sobre todo por la mañana a la salida del sol el contraste de luz es una imagen preciosa.  Llevan en casa encerradas desde su llegada, y estos tres últimos días se han comportado como verdaderas señoritas, se han esmerado en portarse bien para poder salir hoy, se lo tienen bien merecido por cómo se ha esforzado en casa, aunque con las niñas María y Angie hemos hecho la vista gorda a sus travesuras.

(Sr. Johnson)  -. Incluso Angie ha estado estudiando sin salir de su habitación en tres días! Tiene intención de recuperar las asignaturas que suspendió!  Además que podrían hacer en el pueblo?  Es improbable que hagan alguna trastada… además ya no son ningunas chiquillas a su edad, no creo que se atrevan hacer de las suyas por su bien.

(Tía Ingrid)  -.  Estas seguro que estudiaba?  A saber que hacían esas niñas estando a solas… Cuando están las dos juntas son el mismo diablo!

(Sra. Penélope)  -.  Que podrían hacer en el pueblo, si es domingo y está todo cerrado…

(Sr. Williams)  -. Te olvidas que va tu nieta con ellas, y mañana se van las amigas de Sonia de regreso a casa, conociendo a ese par diablillos no me extrañaría nada que les tengan algo organizado como despedida… sobre todo estando con ella su más peligrosa cómplice, Angie!

(Tía Ingrid)  -. Bueno si hacen alguna travesura ya conocemos a las culpables, esta vez no se libraran esas dos pequeñas monstruos…  No tardaremos en averiguarlo, pues ya deben de estar a punto de llegar a casa, ya es casi la hora para comer será mejor que nos vayamos adecentando tu y yo, como las chicas se han comportado bien estos días, estos dos neandertales se han mantenido ocupados con nosotras, llevamos tres días sin poder apenas sentarnos con comodidad.

(Sr. Williams)  -. Bueno había que aprovechar que nuestro buen amigo Doctor, haya decidido pasar estos días de la semana santa en nuestra casa, las chicas se han comportado bien ocupándose de las tareas de la casa, no podemos decir lo mismo de vosotras dos!

      El Dr. Johnson cambiando de tema de conversación, aun no se habituaba a comentar abiertamente el ocuparse de su esposa el mismo, aunque en esos tres días había disfrutado al tener a su esposa sobre sus rodillas, como en la época en que eran novios a la cual zurraba muy a menudo,  en aquellos años aun no sentía prejuicio alguno a propinarle una buena azotaina a su esposa. 

(Sr. Johnson)  -. Por lo que me habéis comentado de las chicas, la más peligrosa de las tres amigas, ha resultado ser la más inocente de ellas!

(Sr. Williams)  -. Sí, es verdad! Esa niña las tenía bien engañadas a sus amigas, y eso que parecía completamente inocente al llegar a esta casa, tras lo sucedido a su llegada del aeropuerto, tome ciertas precauciones al castigarla por primera vez, trate de no ser demasiado estricto con ella, fue la más reacia a quedarse en esta casa, mientras Carolina y Laura no hacían más que rogarle para quedarse dado sus planes, aunque no fue en nuestra presencia al llegar, pues las tres estaban muy calladas por su timidez.  Pero en los mensajes de WhatsApp que recibía Sonia entre ellas,  repetía una y otra vez  que no deseaba quedarse.

(Sr. Johnson)  -. Es que espiabais sus móviles? Eso no es muy correcto no os parece?

(Tía Ingrid)  -.  En esta casa existen normas estrictas y si no las cumplen tienen sus consecuencias, así como la exención de ciertos privilegios. Sonia perdió tener estos, al cometer su última falta grave hace unas semanas. Además gracias a ello nos enteramos de sus intenciones, tenían planeado  engañarnos al llegar a la casa, comportándose como verdaderos angelitos y muy modositas. Pero entre ellas por WhatsApp no hablaban de sus verdaderos planes, pues conocían que vigilábamos el móvil de Sonia, en cambio  por Skype se decían comentaban lo que tenían planeado hacer, esa dos pillastres de Carolina y Laura tenían pensado portarse mal expresamente, incluso tenían ya pensadas las travesuras que iban hacer, estando ellas y Sonia como su cómplice dentro de la casa para ser castigadas, por ello deducimos que ambas eran Spankee´s. Lo tenían todo bien urdido y bien preparado desde antes de iniciar el viaje, lo que ninguna de ellas se esperaban fue lo sucedido en aeropuerto, fue lo que ha propiciado todo sin necesidad por su parte de hacer diabluras, ellas tenían sus propios planes y así se lo decían entre ellas, siempre dejando a un lado a su amiga Megan, igual que Williams yo también la trate siendo comedida al azotarla, quien nos iba decir que después de todas nuestras precauciones, ella ha resultado ser la peor de todas ellas.

(Sra. Penélope)  -. Yo la veo como la más tímida de ellas! creo que exageráis en vuestras conclusiones respecto a ella… No creo para nada que haya fingido, se la ve…  tan inocente!

(Tía Ingrid)  -.  Había hechos que resultaron inescrutables, a mí no puede engañarme esa niña. El ser switch me hace ser buena conocedora de lo que se siente siendo castigada o el desear serlo… Tu Penélope has podido comprobar nuestra complicidad estos días, na hay más que ver lo radiante que estas!!! Y lo mucho que hemos disfrutado las dos haciendo nuestras diabluras a estos dos neandertales!!! Y esa muchacha trató de engañar a todos mostrándose como la más inocente de las cuatro…

(Sr. Williams)  -.  Mide mejor tus palabras Ingrid al referirte a nosotros, o vas a lamentarlo de verdad!!!  Y creo que no deberías ser tan dura con Megan, incluso tu misma a su edad! no recuerdas cuando tenías su misma edad?  Bueno a decir verdad eras mucho más joven que ella cuando éramos novios. Como se te mojaban las bragas cuando hacías una travesura, cuando te las bajaba las tenías empapadas sin siquiera haberte dado un azote.

(Tía Ingrid)  -.  Sí que lo recuerdo, como para no recordarlo!!!  Por eso mismo lo digo, porque cuando lo hiciste por primera vez y las que siguieron después, estaba más de una semana sin hablarte, y recuerdo muy bien que por entonces no se me mojaban las… bragas… como a ti te gusta recordarme siempre como las llevo, no veo porque te gusta tanto recordarmelo.  La primera vez pase tanta vergüenza que no se me olvidara en la vida!  Fue el día que me castigo tu madre por primera vez, estando toda la familia presente en el salón, cuando me regañaba en este mismo porche por haberme bañado en el rio desnuda con tu cuñada, cuando entramos al salón ya tenía las braguitas mojadas, tras los primeros azotes que me dio antes de entrar, una vez dentro me puso sobre sus rodillas, me levanto la falda y me bajo las bragas comentando delante de todos como las tenia de mojadas, nunca olvidare ese día…

(Sr. Williams)   -.  También recuerdo ese día mi pequeña!  Mi madre primero se encargó de darle la azotaina en el porche a la esposa de mi hermano que en paz descanse…, después de pillaros infraganti desnudas en el rio tomando el sol, también recuerdo como te masajeabas el culo disimuladamente, viendo como le ponía el culo colorado como un tomate con la zapatilla, no apartabas la mirada de su trasero, viendo a mi cuñada como brincaba agitándose a cada azote que recibía en el culo, no apartabas la mirada viéndola como pataleaba, a pesar de  que luego estabas segura que te iba tocar a ti, lo recuerdo muy bien todo. También recuerdo que mientras te frotabas el culo, al estar a mi lado creías que yo te cubría  y que nadie te podía ver, pero la mano derecha la introdujiste  bajo tu falda, te estabas tocando creída que nadie se daba cuenta, pero no se le pasó desapercibido a mi madre, por ello te hizo entrar tras darte unos azotes en el porche con su zapatilla, en el salón estaba el cepillo de baño sobre la mesa aguardándote, sabía que estaba ahí, porque esa mañana había zurrado a mi cuñada con él y entro a buscarlo para encargarse de tu osadía. En el caso de Megan días atrás sucedió algo similar a aquel día, ella vio como sus amigas eran castigadas, quizás en esos momentos esperando su turno se le deberían de haber mojado, pero no sucedió tal cosa en ese momento, más bien fue después en su habitación después de encargarte tú misma de vestirla, entre yo poco después sorprendiéndola levantada a los pies de la cama en pie, la regañe al tiempo que colocándola sobre mis rodillas, le di una azotaina sin bajarle las braguitas. Imagino que tras esa zurra, así como tras escuchar desde su habitación, como momentos antes la recibían sus amigas, debió de hacer mella en ella ante esa espera a que le llegase su turno, pues fue justo después, al bajar a la cocina donde  descubrimos por primera vez que las tenía mojadas, y tanto tu misma Ingrid y yo pudimos observarla como se quedó sorprendida al verse descubierta, su rostro se le enrojeció de la vergüenza que paso en ese instante, hasta ese momento la habíamos podido ver avergonzada, pero en ese instante sus mejillas se enrojecieron como no la habíamos visto antes. .- En ese instante Williams se fijó en su esposa, que permanecía boca abajo en la hamaca tumbada mostrando sus bragas de algodón de color rosa, viéndole como bajo las perneras mostraba la parte baja de sus nalgas azuladas. -. Por cierto cochina!  Date la vuelta y ponte boca arriba, si aparecen las chicas será mejor que no te vean mostrando como tienes el culo de morado… Y tu Penélope, desvergonzada deberías de hacer lo mismo, si tu marido no te lo dice, ya lo hago yo!!!  No podéis estar así con la falda tan escasa revelando como mostráis el culo de sinvergüenzas!!!

(Sra. Penélope)  -. Con lo que me duele el culo mejor me quedo así!  No veas como duele estando boca arriba!!! Como para ponerme boca arriba!!!  Total yo no voy a perder autoridad ante las chicas, no soy spanker como tu mujer.

(Sr. Johnson)  -. Pero sí que eres la madre de Angie!  No pretenderás mostrar como su padre te ha puesto el culo! Cualquiera que te viese diría que lo estás haciendo para provocarme y te coloque ahora mismo sobre mis rodillas!!!

     Penélope sonreía mirando hacia su marido con descarada picardía…

(Sra. Penélope)  -.  Si yo pretendiera tal cosa, no tendría más que hacer esto!!!

     El Sr. Johnson permanecía sentado sobre la hamaca al lado de su esposa, reaccionando ante la osadía de su esposa, al echarle por encima el contenido de su copa, la cual mostrando una sorpresa fingida riéndose, al verse a sí misma como el Sr. Johnson la agarraba por la cintura levantándola en volandas  de la hamaca, para instantes después verse sobre el regazo de su marido, echada boca abajo sobre sus rodillas sujetándose la cinturilla de sus bragas, intentando entre risas evitar que su marido le bajase sus braguitas color azul celeste, pero sin poner demasiada resistencia hasta que escucho un comentario de él, lo cual hizo que  soltara la cinturilla de las bragitas, al avergonzarse dado que al estirar de la cinturilla sujetándose las bragas, estas se le subieron introduciéndose entre las dos coloradas nalgas, mostrando claramente el fondillo de sus braguitas, que al ser de color azul celeste, la humedad se reflejaba claramente en la entrepierna, en contraste con la parte seca y en la húmeda la sombra era más oscura.

(Sr. Johnson)  -. Has visto a esta desvergonzada Williams, como lleva las bragas de húmedas?

(Sr. Williams)  -. Por supuesto  que las veo, igual que la sinvergüenza de Ingrid que las lleva igual de húmedas! Al parecer estas dos cochinas se han puesto estos dos colores expresamente, pues el color azul celeste de las bragas de tu esposa y el color rosa de las bragas de Ingrid, son dos, de los colores donde la humedad destaca por si sola con solo observarlas… y llevan desde que hemos salido con las bebidas, abriendo y cerrando los muslos para que se las veamos bien, igual tú no te has fijado esa acción descarada, pero a mí no se me ha pasado por alto!!! Son unas verdaderas cochinas!!! Comportándose como unas chiquillas!!!

(Tía Ingrid)  -.  Así…con que esas tenemos!!! Con que sinvergüenza, verdad? Pues para ti también hay humedad en tus calz….

     Ingrid no pudo finalizar su frase, pues Williams astuto estaba atento a su esposa, moviéndose  con rapidez evitando que le vertiera por encima el líquido que contenía su copa, al igual que momentos antes había hecho Penélope sobre el torso de su marido. Al igual que su amiga, Tía Ingrid se vio alzada de su hamaca siendo colocada sobre las rodillas de su marido Williams,  siéndole bajadas sus bragas de color rosa a las rodillas, uniéndose el restallido de los azotes que recibía ya en esos instante Penélope.  Las dos mujeres reían con ganas mirándose la una a la otra, al encontrarse una enfrente de la otra, al ser el Dr. Johnson zurdo la azotaba con la mano izquierda, Williams siendo diestro hacía lo propio con la mano derecha en el culo desnudo y muy colorado de Ingrid, mientras les estaban palmeando sus traseros claramente doloridos. Las risas fueron lentamente desapareciendo de sus labios, para poco después ser unos “Ayees” lastimeros claramente de dolor, siendo claramente destacable su malestar al poder observar sus piernas abrirse y cerrarse, pudiendo sus spankers observar como al separar las piernas sus bragas se tensaban, dejando claramente ambos fondillos con la clara humedad a sus atentas miradas, así como el brillo de fluidos en los labios exteriores de los sexos rasurados de ambas mujeres.

     Minutos después sobándose el culo, entraron a la casa para preparar la comida, sin apartar la mirada de ellas el Doctor y Williams, observando a ambas como se frotaban el culo sobre las bragas, una vez se las habían subido y ajustado a su cintura.

     Los hombres continuaban en el porche charlando animadamente, preparando Williams la barbacoa para hacer carne a la brasa, mientras las mujeres habían entrado a la casa para cambiarse para la comida, así como encargarse de acabar de preparar el primer plato, que serían unos entremeses fríos con ensalada.  Momento en que llegaron las muchachas del pueblo, entrando a la casa Carolina, Laura y Megan en la casa para cambiarse de ropa de estar por casa, dado que esa mañana habían salido hacia el pueblo con pantalones Jeans, a los pocos minutos se reunían con Sonia, Angie, Susana y María, ellas no tuvieron tanta fortuna teniendo que ir al pueblo con vestidos.  A los pocos minutos estaban sentadas a la mesa comiendo, pareciendo una gran familia feliz reunida.  Al acabar de comer  las chicas se retiraron a sus habitaciones a regañadientes, sobre todo en el caso de Carolina, Laura y Megan, al no agradarles la idea de tener que hacer la siesta como unas niñas pequeñas. Pero a pesar de estar molestas no replicaron, sobre todo al ver al Sr. Johnson como se desabrochaba la hebilla del cinturón, con intención de sacudirle a Angie por negarse, la cual subió las escaleras corriendo al ver a su padre con el cinturón en su mano derecha. 

       Williams y el buen Doctor salieron al porche a tomarse el café, mientras sus respectivas esposas, después de recoger la mesa  salían a caminar por los alrededores, encontrándose con algunas de las vecinas acompañadas por sus parejas, que tenían la misma costumbre de salir después de comer a pasear. 

(Tía Ingrid)  -.  Buenas tardes Sr. Martin!  Cuanto tiempo sin verle a usted y su esposa, han venido de vacaciones al pueblo este año?

(Sr. Martin)  -.  Buenas tardes Ingrid!  No exactamente de vacaciones, la verdad!

(Tía Ingrid)  -. Por la mirada cabizbaja de Carmen puedo adivinar que se dirigen ustedes a nuestra casa, mi marido Williams estará encantado de ocuparse de su señora, que has hecho en esta ocasión…?  Tranquilo Sr. Martin. La Sra. Johnson es discreta, ella misma va también bien servida. .- Agarrando a Penélope por la cintura, la hizo voltearse al tiempo que le levantaba la falda mostrándole el trasero al Sr. Martin, que con cara de sorpresa pudo contemplar como Penélope llevaba colorado su trasero, aunque las bragas azules de algodón lo cubrían, no siendo así la parte baja claramente colorada. -. Como puede apreciar va bien servida…

(Sr. Martin)  -.  Que quieres que haga con esta sinvergüenza?  Ha sucedido  como siempre!!  Se cree que el banco de Londres es nuestro.  Salió de compras antes de semana Santa y me vacío toda la cuenta!!!  Cuando tu marido se ocupe de ella, apenas lleguemos a casa, le hare ir a devolver todas las compras!!!  Aunque me extraña que Williams este desocupado, y se pueda ocupar de mi sinvergüenza esposa!!!

(Tía Ingrid)  -.  Porque esa extrañeza?

(Sr. Martin)  -.  Como bien sabes Ingrid, nos alojamos cuando venimos al pueblo, en la casa Rural de Jeremías, desde el balcón de nuestra habitación me ha parecido ver a las niñas bañándose desnudas. Había varias chicas con ellas que no he podido reconocer, pero vuestra hija, sobrina y tu nieta si las he reconocido. Sobre todo al verles el culo como de marcado lo llevaban, aunque las siete chicas lo tenían igual de marcado. Sé muy bien que Williams no le gusta que se bañen en el cauce del rio, por lo peligroso que es, sobre todo en esta época.   Además han tenido que salir corriendo dejando parte de su ropa, pues el cauce ha subido como suele suceder, si les preguntas por su ropa interior veras que no te la pueden mostrar, pues he visto desde el balcón como la corriente se llevaba las bragas de todas ellas y alguna camiseta…

   Continuaron  su paseo tras despedirse del matrimonio, conversando  entre ellas como habían conocido al Sr. Martin, así como la censura que le hizo Penélope a Ingrid por levantarle la falda mostrando el culo a un desconocido.

(Tía Ingrid)  -.  No te pongas así!  Tampoco ha sido para tanto, además el Sr. Martin es un hombre cabal, puedes estar tranquila nadie lo va a saber…  Bastante vergüenza ya le hace pasar  su esposa, desde hace unos cinco años nos visita periódicamente, cada vez que su esposa le crea nuevos problemas.  Aunque ella es una víctima de su propia ambición por su dinero, se casó con él por su fortuna, ella apenas tiene los treinta años cumplidos y él ya lo has visto, está cerca de los setenta y cinco años.  Lo que ella no se esperaba que él le hiciera firmar un documento, el cual firmo sin leerlo detenidamente, él se comprometió a hacerla  heredera universal de toda su fortuna, pero en el documento constaba que tendría que obedecerle en todo, le gustara a ella o no. En ese documento constaba que sería disciplinada severamente, en el caso de engañarle con otro hombre o por cualquier otro motivo que él decidiera ser oportuno o necesario. La muy tonta no pregunto a qué se refería a ser disciplinada, cuando se enteró de ello fue la primera vez que la trajo a casa, entonces solo contaba con veinticinco años, puedo garantizarte que se arrepintió de haberse casado, pues se percató que tener dinero no es lo más importante. El introducirte en el mundo de las mafias y el poder del dinero tiene peligros que no se ven desde fuera. El Sr. Martin será un carcamal, pero no es nada tonto, sabía muy bien porque se casaba con él. El Sr. Martin es uno de los  socios del Sr. Charlton Miller, nosotros como bien sabes trabajábamos para él hace unos años, por ello acude a nosotros cada vez que su joven mujer requiere disciplina… Además paga muy bien nuestros servicios!!! Williams decidió alejarse de ese mundo por ello nos retiramos aquí, aunque es un mundo que resulta difícil apartarte de él o poder abandonarlo totalmente, pero créeme es mejor tenerlos como amigos, que tenerlos como enemigos…

 

     Una hora después volvían a la casa, encontrándose al matrimonio salía al porche en esos momentos en compañía de Williams. Viendo a la esposa del Sr. Martin con los ojos rojos de haber llorado, con alguna lagrima aun descendiendo por sus coloradas mejillas, contemplando como se sobaba el trasero con ambas manos.

(Tía Ingrid)  -.  Buenas tardes de nuevo Sr. Martin!   Ya veo que mi marido ya se ha encargado de corregir a su mujer!!!  Ya se marcha?

(Sr. Martin)  -.  Si Ingrid! Por el momento nos marchamos dado que tenéis visita. Volveremos mañana a la misma hora, una vez vuestras invitadas se hayan marchado.

(Tía Ingrid)  -.  Entonces ya nos veremos mañana Sr. Martin!  Williams las muchachas ya se han despertado?  

 (Sr. Williams)  -.  Deben de haberse levantado hace un rato, las he escuchado corretear por los pasillos, ahora me disponía a subir a llamarles la atención, saben que no me gusta que corran por la casa…

(Tía Ingrid)   -.  Cuando te despidas del Sr. Martin, te espero que subas a la habitación de Sonia, esas muchachas no saben lo que les espera, van a saber lo que es bueno cuando las atrape!!!  Ya te contare luego! Adiós Sr. Martin!

      Al subir por las escaleras iba llamando a las chicas, su voz puso en alerta a las muchachas que en esos momentos se encontraban en sus habitaciones, ya en el rellano del pasillo Tía Ingrid las vio como asomaban las cabezas a las puertas, María fue la primera en salir encontrándose con la abuela frente a su puerta, la cual con el rostro contraído por su enfado le asesto varios azotes sobre la corta falda del vestido, impactando su mano sobre la parte baja de las braguitas de María, propinándole buenos azotes la condujo hasta la habitación de Sonia haciéndola entrar, mirando hacia las demás chicas les indico con la mirada severa que debían entrar con María y Sonia que se encontraban en el interior.  Observando atentamente como las chicas obedecían, dirigiéndose hacia la habitación de Sonia, esta dio un golpecito con la puntera de su zapato, al hacer buen día había salido con unos zuecos de piel con la suela de madera. Lo habitual en ella al entrar en la vivienda era cambiarse, poniéndose sus zapatillas clásicas, pero tenía otras prioridades en ese momento, como subir en su busca para encargarse de ellas, tras tener conocimiento de su negligencia esa mañana.

    Extrajo su pie del zueco sin apartar su severa mirada, sin dejar de observarlas se inclinó ligeramente para recoger el zueco de madera por el talón, al incorporarse su hija Susana se encontraba a su alcance, siendo la primera en sentir como abrasaba su trasero, así como sus muslos tras propinarle varios azotes.  Susana al sentir los azotes en el culo sobre la base de sus nalgas, al tratar de protegerse saltando hacia adelante, fue cuando su madre le caldeo sus muslos.  Angie fue la siguiente en sentir un azote sobre sus bragas, aunque está siendo más lista corrió hacia el interior, sintiendo solamente un azote más en el culo.

     Carolina, Laura y Megan entraron raudas, juntas una tras la otra en la habitación, llevándose unos azotes la primera de ellas, Carolina y la última llevándose la peor parte, pues Tía Íngrid agarro del brazo a Megan sujetándola con la mano izquierda, mientras con la mano derecha le caldeo a placer su trasero.  Todas al entrar se colocaron al lado de Sonia al otro extremo de la cama, resguardándose tras ella teniendo a su espalda la ventana, Sonia  con los ojos abiertos de par en par observo sorprendida la escena, siendo ella y Laura las únicas que no recibieron unos buenos azotes, Sonia por hallarse dentro de la habitación y Laura por apresurarse a entrar a la habitación cubriéndola  Carolina y Megan. Tía Ingrid desde el umbral de la puerta con su zapato en su mano derecha, las observaba muy indignada justo en el momento que aparecía Tío Williams.

(Sr. Williams)  -.  Se puede saber que han hecho las chicas!!!  No comprendo porque estas tan enojada con ellas, las muchachas mientras habéis estado fuera Penélope y tú, se han comportado obedeciendo durmiendo la siesta, aparte de corretear por los pasillos al levantarse,  no han hecho nada malo y por corretear por los pasillos con regañarlas es suficiente medida!!!

(Tía Ingrid)  -.  Espérame aquí vigilando a estas sinvergüenzas, voy a cerciorarme de algo que he sido informada y vuelvo en seguida, entonces nos explicaran estas desvergonzadas lo que han hecho esta mañana!!!

     Carolina, Laura y Megan se observaban intrigadas, en cambio Susana, Sonia y María se las veía con una clara preocupación, pues tenían muy claro que alguien las debía de haber visto bañándose en el rio desnudas esa mañana, y que Tía Ingrid lo sabía todo, Angie al ver el rostro de preocupación de su mejor amiga, María.  Comprendió que algo muy serio ocurría…

      Tía Ingrid unos minutos después volvía a entrar a la habitación de Sonia, llevando un cajón de una de las mesitas de noche de las habitaciones de las chicas y colgando de su muñeca una bolsa con algo en su interior.  Depositando el cajón sobre la cama, solo tuvo que estirar los brazos para abrir el primer cajón de la mesita de noche de la habitación de Sonia, extrayendo su ropa interior de la sobrina depositándola en el interior del cajón que acababa de traer…

(Tía Ingrid)  -. Puedes decirme Williams cuantas bragas ves en el cajón?  Al ser hoy domingo las he repuesto esta mañana, tal y como suelo hacer cada domingo, antes de vestir a las chicas, como puedes observar hay siete grupos con cinco braguitas cada uno de ellos, y contando las que llevan puestas ahora son seis, en esta bolsa están las siete que les he cambiado esta mañana, pero deberían de haber seis bragas limpias en cada grupo, pues siempre guardo unas bragas por día de la semana, de este modo no me pueden engañar en caso de cambiarse sin autorización, consiguiendo descubrir si se las han cambiado sin  permiso. 

(Sr. Williams)  -.  Está claro Ingrid por lo que dices, que faltan unas braguitas en cada grupo lo cual significa que faltan siete bragas, haber chicas porque motivo os habéis cambiado todas vosotras? No me diréis que os las habéis comido!!!

(Tía Ingrid)  -.  Van a desear habérselas comido!!!  Las niñas se han bañado desnudas en el rio esta mañana!   El Sr. Martin las ha visto esta mañana como se bañaban, desde la casa Rural de Jeremías donde él  se hospeda…

(Sr. Williams)  -.  Como!!!  Como os habéis atrevido a desobedecerme?  Que os tengo dicho sobre el peligro que supone bañarse en el rio, que el nivel del cauce es imprevisible, al tener una presa a solo dos kilómetros rio arriba, si abren las compuertas el cauce sube sin previo aviso, por ello hay carteles que avisan del peligro que supone entrar en el cauce del rio…

(Tía Ingrid)  -.  No es necesario que digáis nada desvergonzadas!!!  El Sr. Martin ha visto desde su balcón como habéis tenido que salir corriendo al subir el nivel del agua, llevándose consigo la corriente vuestra ropa interior, al no tener tiempo para recogerla de las rocas donde las habíais tendido a secarse.  Ahora id a vuestras habitaciones!!!  Tu Angie, tus padres te están esperando abajo para hablar contigo. 

(Sr. Williams)   -.  En cuanto a vosotras tres, tu Megan, Carolina y Laura desconocéis las normas de esta casa, si fuera por mi os pondría el culo como un tomate por irresponsables, pero lo que hagáis fuera de esta casa solo os concierne a vosotras, tenéis una edad sobre los treinta años cada una de vosotras, por lo tanto no voy a castigaros por haberos bañado en el rio desnudas, ya sois bastante mayorcitas para saber lo que hacéis… si estuvierais bajo mi responsabilidad, recibiríais igual que las demás…

(Tía Ingrid)  -.  No os alegréis chicas!!!  Puede que por bañaros desnudas no os castigue el Tío Williams, pero no vais a tener esa suerte por haber perdido vuestras bragas en el rio, dado que vuestra ropa interior, la que habéis utilizado estos últimos días pertenecen a esta casa, y ese descuido vuestro tiene sus consecuencias… ahora retiraros a vuestras habitaciones… Enseguida me pasare a ocuparme de cada una de vosotras!!!

    Las chicas al dirigirse hacia la puerta de la habitación, se protegían cubriéndose con sus manos el trasero, por miedo a que Tío Williams les diera algún azote en el culo, pues al terminar de hablar la Tía Ingrid, vieron aterradas como se desabrochaba la hebilla del cinturón, así como al ver como lo deslizaba lentamente extrayéndolo de las presillas del pantalón, en el momento que pasaban por su lado, ya lo tenía sujeto doblado a la mitad en su mano derecha amenazante.  Al salir todas al pasillo la puerta se cerró, quedando en el interior de la habitación Tío Williams a solas con Sonia. Antes de que llegasen a sus habitaciones, pudieron escuchar como regañaba a Sonia, al tiempo que sonaban azotes y como Sonia aullaba de dolor a cada uno de ellos.

     Una vez dentro de sus habitaciones podían oírla llorar desconsolada, así como el sordo sonido de azotes que estaba recibiendo Sonia, los aullidos de dolor, así como escuchar como lloraba mientras los azotes se seguían escuchando, pasaron varios minutos hasta que dejaron de escuchar el sonido de los azotes del cinturón.  Unos minutos después se volvían a escuchar los azotes, poco después pudieron escuchar que quien aullaba de dolor era Susana, durante minutos interminables la estuvieron escuchando. Después de un breve espacio de tiempo de silencio, pudieron oír como Tío Williams regañaba a María al estar su habitación delante de la de ellas.

      Tanto Carolina, Laura y la propia Megan en los días que llevaban en la casa, habían aprendido a diferenciar con que instrumento eran castigadas aun sin estar presente, por ello dedujeron que a la pequeña María le estaba dando una azotaina con la mano, a la cual la escuchaban como sollozaba recibiendo la azotaina, poco después los gritos de esta se hicieron ensordecedores, estaba claro que había cambiado la mano por el cinturón, también el sonido de los azotes había variado y por como aullaba María a cada uno de los azotes que recibía… Cuando ceso la azotaina a María pudieron oír cómo se cerraba la puerta de la habitación de María, aterradas las tres, tanto Carolina, Laura y Megan por si se abría su puerta.

     A Carolina le dio un vuelco el corazón al ver como se giraba el pomo de su puerta, al abrirse se quedó mirando aterrada a Tío Williams ante en el umbral de la puerta, en su rostro pudo apreciar la indignación en él al dirigirle una severa mirada, manteniendo en su mano derecha su cinturón colgando de ella.  Viéndole como movía la cabeza de lado a lado negativamente, en esos momentos Carolina temblaba de miedo por si entraba, pero vio que bajaba la cabeza con indignación, cerrando así la puerta de la habitación, Carolina respiro aliviada de librarse de ser castigada, pero al instante después sentía en su interior una sensación de vacío extraña para ella, era como si hubiera preferido que la castigase, dado que había oído como castigaba a sus amigas, ella en esos momentos se sentía culpable de no ser castigada igual que ellas, sabía que Tía Ingrid de un momento a otro aparecería por la puerta, y que llegado ese momento seria castigada, por perder aquellas malditas braguitas que tanto les molestaba al llevarlas puestas.  Pero ni de largo sería tan severa, como lo había sido para sus amigas de haber sido ella castigada por Tío Williams.

      Carolina deambulaba nerviosa por la habitación de un lado a otro, ya habían transcurrido varios minutos desde que Tío Williams, asomase la cabeza en el umbral de la puerta de su habitación, los nervios la estaban devorando a cada minuto que transcurría, pues tampoco escuchaba que sus amigas Laura o Megan estuvieran recibiendo la azotaina, dado que Tía Ingrid les había dicho se encargaría de ellas, en los pocos días que llevaban en la casa habían aprendido que Tía Ingrid, jamás hablaba por hablar y que sus amenazas no eran veladas quedando en nada, siempre cumplía su palabra cuando las regañaba, podían pasar minutos u horas pero acababan con las bragas bajadas sobre sus rodillas. Sus amigas se encontraban en el mismo estado que Carolina, tanto Megan como Laura estaban  deambulando en el interior de sus  habitaciones nerviosas y temblorosas esperando el momento.   Mientras tanto abajo en el salón…

(Tía Ingrid)  -.  Ya habéis castigado a Angie por lo sucedido en el rio?  No la he escuchado llorar.

(Dr. Johnson)  -.  La he mandado a su habitación hasta la hora de la cena castigada.

(Tía Ingrid)  -.  No le has dado su merecido castigo? No comprendo porque…!

(Dr. Johnson)  -. Vosotros no es ningún secreto lo estrictos que sois con las chicas, pero nosotros le hemos consentido desde niña bañarse en el rio, además que hoy día es monitora de deportes de aventura de Rafting en aguas Bravas. 

(Sr. Adams)  -.  En esta casa tu hija Angie ha estado bajo mis normas, y tanto yo como mi esposa la hemos castigado por bañarse en el rio.  Vosotros series más permisivos con ella, pero mientras este en mi casa estará bajo mis normas…!!!  Lo que han hecho las chicas conocían sus consecuencias, y puede que las amigas de Sonia se hayan librado en parte, están de vacaciones en esta casa y no conocen mis normas.  Puede que vosotros le consintáis a Angie bañarse en el rio, pero no deberías hacerlo por una sencilla razón.  Hace algunos años recordaras pues deben de haberte hablado los ancianos del lugar, de las lluvias que hubieron en esta época, pues a pesar de los años transcurridos aún se habla de ellas, en las cumbres estaban como las puedes ver hoy nevadas, aquí en el valle lucía un sol espléndido era un día de mucho calor para la época, las lluvias acabaron siendo una gran tormenta en las cumbres.  Un gran amigo de mi padre de su infancia vino a pasar unos días con su familia, en esta época de pleno deshielo, la presa estaba a rebosar como debe de estar en estos momentos también.  Aquí como digo lucía un sol que abrasaba como hoy, cuando decidieron ir a bañarse al rio toda la familia, no era necesario advertirles de los peligros ya que nunca había ocurrido nada, aparte de que todos eran buenos nadadores, siendo el amigo un nadador experto además de campeón olímpico, nada menos que en tres olimpiadas, con metas en su vida como haber sido de los primeros de la época en cruzar el canal de la mancha a nado. Su  esposa era tan buena como él mismo, aunque no hubiera participado en olimpiadas, si había ganado competiciones aunque las mujeres por la época eran pocas las que tenían ese privilegio, por lo cual eran pocas las competiciones que podían participar.  Sus dos hijos de dieciocho y veinte años habían seguido sus pasos, y hubieran sido campeones como su padre.  Debido a la gran avenida de agua de las cumbres, la presa abrió sus cuatro compuertas por completo, la familia al completo perecieron ahogados por la gran riada, sus cuerpos no aparecieron hasta varios días después cuando las aguas volvieron a su cauce. La presa la tuvieron que derruir  por los graves daños causados, luego años después la construyeron de nuevo con compuertas más grandes por lo que en caso de suceder algo similar, tienen la capacidad de aliviar mucha más cantidad de agua, de ahí el grave peligro que supone entrar a su cauce y el que existan carteles que indican el peligro. Si lo sucedido hace unos sesenta años, mi familia no lo hubiera vivido tan de cerca, ya que esa familia estaba hospedada en esta casa, yo podría opinar como tu Doctor.  Yo tendría por entonces unos ocho años o diez, mi madre no nos dejó acompañarles a mi hermano y mi mismo por ser pequeños, con esto quiero decir que la tragedia la vivimos muy de cerca.  Desde ese día y durante los años venideros, el bañarse en el rio suponía irse a la cama bien caliente.

(Sra. Penélope)  -.  Yo había escuchado lo de esa gran riada, pero no tenía ni idea que hubiera fallecido una familia entera…

(Dr. Johnson)  -.  Sabes Williams que mis padres vinieron a vivir mucho después de aquello, no puedo decir que no hubiera escuchado hablar de esa gran riada, pero no tenía noticias que hubiera fallecido esa familia.

(Tía Ingrid)   -. En aquellos años el pueblo constaba con unas veinte viviendas,  la noticia de la desgracia salió publicada en periódicos de la capital, aquí en el valle quedamos aislados durante meses del pueblo, la búsqueda de sus cuerpos apenas fueron un grupo de diez vecinos del valle, dado que estuvimos incomunicados por carretera con el pueblo varios meses, la noticia de su fallecimiento no llego a la capital hasta casi diez meses después, por lo que solo unos pocos conocemos lo que realmente sucedió ese día. Cuando tuve conocimiento de esos hechos, fue el día que mi suegra me castigo delante de la familia, justamente por bañarnos en el rio mi cuñada y yo.  Yo le exigí explicaciones a Williams del porqué del castigo y el porque me castigaron, al conocer los motivos por los que estuve varios días sin poder sentarme con comodidad, mi enfado con Williams no fue tanto, dado que comprendí que sus padres vivieron esa tragedia muy de cerca, imagino que habréis visto el Monolito en el Jardín, es en recuerdo a esa familia, fueron enterrados ahí hasta que sus familiares, pudieron exhumar sus cuerpos para trasladar los restos  a su ciudad natal donde descansan.

(Dr. Johnson)  -.  Si lo hubiera sabido antes Angie no se habría librado de una buena…!!!  Ahora me encuentro con ganas de subir y encargarme de ella!!!

(Tía Ingrid)  -. Tranquilo doctorcito ahora subiré yo a encargarme de las chicas y Angie no se va a librar de una buena azotaina con la zapatilla…

(Dr. Johnson)   -.  Sabes Ingrid que no me gusta que me llames Doctorcito, soy mayor que tú y me debes un respeto aunque solo sea por edad!!!

(Sra. Penélope)  -.  Ingrid ya conoces el dicho… Perro Ladrador…Poco Mordedor… Doctorcillo…

(Sr. Adams)   -.  A mí no me mires!!!  Ya subo yo a encargarme de las chicas, tu Doc. tienes trabajo aquí abajo con estas dos, te están pidiendo a gritos que les pongas el culo ardiendo como el fuego de un volcán en erupción!!!

     Williams subía las escaleras riendo a carcajadas, viendo como su buen amigo el Doctor ya había colocado a su esposa Penélope sobre sus rodillas, dándole una buena azotaina con la zapatilla temida, tras haberle bajado sus bragas segundos antes.  Ingrid se había puesto en pie para no perderse detalle alguno, de cómo meneaba el trasero su buena amiga al recibir el torrente de azotes en el culo, que se enrojecía por momentos a pesar de que lo tenía muy azulado, igual que lo tenía la propia Ingrid.  A los pocos minutos el sonido de azotes se escuchaba en el piso superior, apagando así el sonido que producía la azotaina en esos momentos era el trasero de Ingrid quien la estaba recibiendo.

 

(Continuará…)